COMO HACER NEGOCIOS EN UN AMBIENTE CARACTERIZADO POR LAS DUDAS
A MANERA DE INTRODUCCIÓN
Un fantasma recorre el mundo, la crisis de confianza en la realización de negocios, abarcando situaciones macroeconómicas como en Argentina o en los tigres y dragones asiáticos, o micro-económicas, con profundas consecuencias sociales, por el derrumbe de instituciones privadas constituidas como insignia del capitalismo. La confianza pública se erosiona con rapidez y coloca a autoridades multinacionales como la Organización de Naciones Unidas y organismos reguladores extranjeros como el gobierno de los Estados Unidos, la Comisión de Valores y Cambio (SEC por sus iniciales en Ingles) del mismo país, el Instituto de Auditoría de Cuentas en España, entre otros, a establecer ejemplares sanciones a firmas contables de prestigio mundial, reivindicar la inaplazable necesidad de establecer tribunales éticos para sancionar conductas derivadas de un ejercicio profesional creador de dudas y determinante de daños irreparables a inocentes ahorradores que confiaron sus recursos al mercado de valores, al tiempo que afectaron la economía y el empleo; se redoblan esfuerzos en el análisis y la regulación relativa a conflictos de interés y fortalecimiento de las posibilidades de responsabilización legal, moral y social a los otorgantes de confianza pública, reconociendo que no se trata de un caso aislado y eventual, mas bien de una situación estructural y en continuo proceso de institucionalización.
No es el problema de la negligencia de una firma contable, es la incompetencia de un modelo de trabajo que transformó el servicio en mercancía y modificó los escenarios sociales del servicio al mercado. La problemática se inició en la década de 1970, al tiempo con el surgimiento del neoliberalismo, originó debates sociales, económicos y políticos, especialmente en Estados Unidos de América, entregándose su solución finalmente a la autorregulación de una profesión incapaz de asumir ese proceso por sus profundas implicaciones económicas e intereses particulares. Arthur Andersen fue denunciada a comienzos de la década de 1980, en España, por fuga de capitales y fraude fiscal y la investigación de la que salió avante y se convirtió en el mejor argumento para su posicionamiento de mercado en ese país, por constituir el tipo de contable requerido por la empresa privada, muy lejana de un modelo de transparencia en la actual época de desarrollo del capitalismo. Los medios de comunicación han reducido el análisis de la crisis a Enron y Andersen, pero el asunto está lejos de esta simplificación. En Estados Unidos se han desarrollado o están en proceso investigaciones por irregularidades contables no detectadas por las auditorias en Enron, Tyco International Ltd, WorldCom Inc, IBM, Global Crossing, Allegiance Telecomunications Inc, Level 3 Comunications Inc, Qwest Comunications International Inc, XO Comunications Inc, Network Asociattes, Waste Management, Xerox, la mayoría auditada por Arthur Andersen; en el último caso se estableció por la SEC una sanción de siete millones de dólares a los auditores, por auditorías falsas y engañosas que permitieron inflar los resultados en más de mil millones de dólares y la SEC recibe más de quinientas quejas diarias por este tipo de irregularidades. En España Ernest & Young es investigado por irregularidades en las cooperativas de vivienda UGT y en PSV, KPMG por problemas de los grupos AVA y SOCIMER, Deloitte & Touche por Gescartera; la Comisión Nacional de Valores investiga en Panamá a ADELAG y mas cerca, Petróleos de Venezuela (PdVSA) es objeto de otra investigación relacionada con asuntos contables. El problema se extiende por la geografía mundial y distintas firmas contables, en especial las llamadas Bigs Five.
¿Como hacer negocios en un ambiente caracterizado por las dudas, por una incertidumbre creciente surgida de las manipulaciones de la información con base en la cual los inversionistas toman decisiones? El asunto es complejo y ha conducido a una crisis en los mercados de valores que han caído espectacularmente y no siempre el precio de las acciones se ha recuperado, especialmente para aquellas empresas sobre las cuales se tienden mantos de duda. En el caso de Enron pasaron de una cotización de noventa dólares a menos de cuarenta centavos y la tendencia aún no se detiene. "Nos encontramos ante una crisis de confianza" declaró Harold Williams.
1. CONSIDERACIONES BÁSICAS SOBRE LA CONFIANZA
La confianza es un estado de seguridad en el individuo, que le permite integrarse con otros porque existe la esperanza, en camino a la certeza, en su lealtad e integridad. Puede abordarse su estudio desde un plano axiológico por ser un valor o desde la perspectiva social por constituir, junto con los valores, redes y actitudes un capital social determinante para el desarrollo, en ausencia de salvaguardias, porque ella misma es la más importante de todas. Según James Coleman es un recurso que emerge en los individuos de los lazos sociales y en palabras de Pierre Bourdieu la fuente de las ventajas y oportunidades que obtienen las personas al ser miembros de cierta comunidad; en fin es la moneda que permite el funcionamiento social, facilita la coordinación y cooperación para obtener beneficios mutuos. La confianza es motor de desarrollo cuando se incorpora a las relaciones intersubjetivas e interpersonales, e instrumento de minimización de regulación legal o contractual de relaciones a las cuales sustituye por comportar una relación inversa con ella.
La confianza crece en condiciones de claridad comunicacional, de certeza y pertinencia de la información y la claridad en gran medida se determina por la simplicidad que posibilita la comprensión. Por eso la contabilidad realiza una función social en la creación de confianza, al simplificar la complejidad a través de la construcción de representaciones claras de procesos complejos, cuyos contenidos alcanzan mayor credibilidad, efecto de la confianza, por los dictámenes profesionales sobre la certeza de sus contenidos al disminuir los riesgos. Confianza y riesgo tienen una relación antinómica.
La auditoría financiera constituye un sistema de evaluación sobre las representaciones de la producción, distribución y consumo de bienes y servicios; a partir de su gestión se derivan situaciones que inciden en el ámbito general en la sociedad. Aspectos macroeconómicos como renta nacional, política social, gasto público, redistribución del ingreso, se fundamentan en la acción de los auditores, ellos proporcionan la información y confianza que soporta o debe soportar la planeación, presupuestación y toma de decisiones.
El desarrollo microeconómico tiene por fundamento el control organizacional y existe una relación de lo micro y lo macro en el equilibrio social. El deficiente ejercicio de hoy conlleva el fortalecimiento de los desequilibrios sociales, al no permitir el alcance de objetivos estatales y societarios originantes de esta forma de evaluación.
La evaluación realizada por la auditoría financiera tiene origen, significado y efecto social. El primer elemento socialmente aportado por esta actividad es la confianza del público acerca de la objetividad de una información, la legalidad de los actos de la administración, la eficiencia de los procesos de trabajo y la efectividad de los sistemas de control organizacional. Una acción organizacional caracterizada por los anteriores parámetros es garantía de la continuidad empresarial en el tiempo, hecho generador o sostenedor de disponibilidad de puestos de trabajo, satisfacción de necesidades de consumo y creación de demanda agregada, factor del crecimiento de la productividad empresarial y la economía nacional.
Con base en la confianza aportada por la auditoría financiera se generan procesos dinámicos y flexibles en el mercado de valores, en la toma de decisiones internas y externas, la determinación de bases gravables simplificando las relaciones con el fisco al tiempo que este cuenta con fundamentos que lo liberan de extenuantes funciones de fiscalización, los acreedores pueden confiar en sus deudores o ser oportunamente alertados de la emergencia de riesgos, los socios e inversionistas tienen garantía del buen manejo de sus recursos, los clientes tienen seguridad en la calidad de los productos y la continuidad de su provisión, los trabajadores confían el cumplimiento de las obligaciones patronales y el ejercicio de sus derechos, la comunidad entera alcanza confianza y seguridad sobre las acciones empresariales.
La confianza constituye el elemento central de la asociación voluntaria, solo cuando se cree en el otro existe la posibilidad de unirse para la búsqueda de un logro común a partir de la provisión conjunta de recursos. En ausencia de una elevada confianza social, esta solo tiene existencia en la familia,estableciendo insuperables barreras para el desarrollo económico y social. Las empresas creadas solo alcanzaran tamaño familiar y vida familiar, intrascendentes en el tiempo en razón de la desagregación del capital por la herencia y de capacidades limitadas de crecimiento por las restricciones para la obtención de recursos en el pequeño grupo familiar. La confianza desarrolla la asociación espontánea, permite la formación de capitales entre desconocidos que confían en un gestor, despersonaliza el capital empresarial y por esa vía eterniza a las organizaciones. Abundancia de recursos y longevidad empresarial son elementos determinantes del crecimiento empresarial y el desarrollo económico y social, hecho posible solo en un entorno caracterizado por la abundancia de la confianza.
Cuando una comunidad se caracteriza como una sociedad de baja vocación asociativa y alta aversión al riesgo, conductas características de las sociedades de bajo nivel de confianza, preferentes de las rentabilidades fijas, cortoplacistas y seguras, tiene pocas probabilidades de desarrollo. Este factor cultural le determina el principio de la mala fe como fundamento de las relaciones sociales, la carencia de confianza en el otro, en el sistema y en el Estado. La carencia de confianza es sustituida por rigurosos sistemas jurídicos y detalladas relaciones contractuales, generadoras de elevados costos de transacción, en los actos de intercambio o gestión. Aparecen los requisitos detallados, licencias previas, permisos de funcionamiento, cláusulas compromisorias, formalismos de información, registros y autenticaciones, garantías reales y otros sustitutos de la confianza que originan costos de transacción en tal volumen que hacen incompetentes los productos y servicios o simplemente imposibilitan la realización de una empresa.
La auditoría financiera es origen e instrumento de formación y reconocimiento social de esa confianza. Los documentos y actos dictaminados por el auditor generan confianza en la veracidad, legalidad, eficiencia, sostenibilidad y equidad de los mismos. Esta confianza deviene de los altos valores y sólida formación de quienes ejercen la actividad, de las calidades intelectuales y personales de ciudadanos formados especialmente para una función que puede significar la diferencia entre estancamiento y progreso social y económico, cuya facultad se refuerza en la ley que eleva el significado de confianza pública, base de su actividad, al de fe pública, confianza reconocida jurídicamente por el Estado. En la estructura de la confianza, responsabilidad e independencia constituyen cimiento, base, y su ausencia impide o destruye su existencia.
2. CAUSAS DE LA CRISIS DE CONFIANZA
El impacto de la erosión de la confianza pública, por siglos depositada en los contadores públicos, tiene efectos que hacen temblar las estructuras del capitalismo financiero y todo ello se ha generado por unas circunstancias especiales en el ejercicio colectivo de la profesión contable, arrastrado por una lógica de concentración diversificada de mercados, inherente a las estructuras monopólicas que pretende institucionalizar el modelo económico de globalización. Un diagnóstico inicial del problema permite identificar cinco causas en la generación de esta crisis: la desregulación de la economía, la laxitud de las prácticas de auditoría, la flexibilidad de normas contables permisivas de tratamientos alternativos de las transacciones, la nebulosidad de la responsabilidad y la relativación de la independencia de los contadores, pero también de los agentes del mercado de valores y los administradores, por la carencia de un régimen de inhabilidades e incompatibilidades que impida administrar y auditar o fiscalizar, evaluar las inversiones y comercializar con ellas, en relación con la misma persona natural o jurídica, de manera simultánea por el mismo profesional, individual o colectivo.
2.1. DESREGULACIÓN DE LA ECONOMÍA
Una de las características fundamentales del modelo de globalización de la economía es la desregulación de los mercados, entregando los controles de la economía a la elasticidad de oferta y demanda que sustenta la tesis de la mano invisible, instrumento regulador automático en el funcionamiento de un mercado libre. El asunto es que el modelo de globalización no es un escenario de mercado libre, la competitividad es solo un asunto de la producción que debe proveer a la distribución a muy bajos precios, lo cual coloca a los productores en una lucha constante por la elevación de la productividad. Uno de los efectos perversos de la globalización es la pauperización de la producción, sometida a procesos de desmembramiento dando origen a la des-salarización del trabajo y a la utilización de ventajas comparativas deslocalizadas, originando e impulsando formas de trabajo conducentes al retorno a la esclavitud, como la maquila.
Los grandes beneficiados con el modelo de globalización son el capital financiero y el comercio. Este último fundamenta sus estrategias "competitivas" en los valores simbólicos como las marcas, las cuales dejan de ser Know How o curva de experiencia de productores, para ser desarrolladas como estilos de vida, símbolos de alguna banalidad personal o social, construida a través de la publicidad subliminal. Los productos se elaboran en pequeños talleres independientes y se convierten en líderes por la impresión de una marquilla que lo vincula a un símbolo. Así se disminuye el requerimiento de capital de riesgo, múltiples productores independientes y un oligopolio comercial fundamentado en símbolos y ampliado por otras estrategias virtuales como la franquicia. Son esos oligopolios comerciales, junto con el capital financiero, los que promueven la desregulación de la economía, la eliminación de todo tipo de barreras al libre flujo de mercancías a través de fronteras nacionales, aunque estas solo sean bienes intermedios, pues el comercio mundial de productos terminados no alcanza el 10% de las operaciones totales.
Esos son los intereses agenciados por la Organización Mundial de Comercio, no de industria, la cual no lidera un trabajo solitario, a él coadyuvan corporaciones multinacionales y transnacionales con sus propios recursos, influenciando gobiernos para que opten medidas, incluso superando los acuerdos multilaterales como el GATT, Tratado General de Aranceles, y tales coadyuvancias no siempre son transparentes, apelan a múltiples procedimientos para influenciar decisiones de estado que culminan en la sepultura del interés nacional por procesos de privatización y apertura de mercados a las mercancías extranjeras, a costa de la destrucción de la industria nacional.
Las multinacionales se hacen personeras de derechos civiles, simultáneamente negados o cercenados a los ciudadanos, logran privilegios en las compras estatales y la prestación de servicios públicos y sociales de consumo masivo, como es el caso de los servicios públicos domiciliarios, negocio en el cual actuaron varias de las empresas estadounidenses vinculadas a los actuales escándalos, muy propios de una crisis de valores, una crisis moral. Para lograr tamaños privilegios requieren poder político el cual alcanzan con su poder económico, la voluntad de decidir se somete a la riqueza, creando redes de corrupción por el control del establecimiento político de las naciones. Las democracias se mutan en plutocracias, la voluntad popular se sustituye por el marketing político y sus elevados costos son subvencionados por las empresas privadas a cambio de que gobernantes y legisladores se comprometan con sus intereses, adopten las políticas que ellos recomiendan y por esta vía se destruye el concepto de interés público, el cual queda reducido al interés del propio Estado y la plutocracia que lo sustenta.
Cuando una empresa alcanza la desregulación de sus mercados ha alcanzado una panacea, actúa con libertad plena, contrata, desinforma, engaña sin control. Esa es la historia de Enron, diversificó su actividad de generación de energía a la más lucrativa de la comercialización, a los mercados financieros, la economía virtual y otras actividades, creando para ello una red integrada por más de tres mil quinientas subordinadas, con las cuales se entrecruzan operaciones reciprocas que culminan en el no pago de impuestos y el ocultamiento de pasivos; la construcción de una burbuja que más temprano que tarde explota con profundas consecuencias sociales, daños irreparables a ahorradores y trabajadores, lo cual poco importa por cuanto estos agentes sociales no son considerados constituyentes del interés público por el paradigma emergente en la normatividad contable y profesional internacional.
"Enron era un generoso contribuyente a las arcas de la clase política de Estados Unidos, donde desde el presidente al más oscuro de los congresistas recibieron ayudas financieras para sus campañas por valor de 5.7 millones de dólares (6.4 millones de Euros) desde 1999. Ahora la etiqueta de Enron se ha convertido en un estigma y no pocos congresistas, además de las propias direcciones de los partidos Republicano y Demócrata, han decidido devolver las donaciones, en general a agrupaciones de ayuda para los antiguos empleados. Según el Center for Responsive Politics, un centro que fiscaliza las contribuciones a la clase política, 71 senadores y 188 miembros de la Cámara de Representantes recibieron algún tipo de ayuda por parte de Enron. El principal beneficiario de las donaciones fue el presidente George Bush, que entre 1999 y 2000 recibió 114.000 dólares de Enron y sus empleados, Keneth Lay, presidente de Enron, donó personalmente 2.000 dólares a los esfuerzos políticos de su amigo el gobernador de Tejas".
La sustitución de la democracia por la plutocracia ha conducido a consecuencias tan inaceptables que la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó una ley de financiación de las campañas electorales, tras una serie de escándalos sobre la recepción irregular de fondos por parte de muchos políticos. "La ley, que debe ser aprobada por el Senado, pretende evitar irregularidades en la donación de los fondos por parte de entidades e individuos particulares a partidos y candidatos". "El Partido Republicano va a devolver unos 280.000 dólares y el Comité Senatorial de los demócratas 100.000, cantidades que reflejan la proporción en que Enron ayudó a políticos de uno y otro signo....La Consultora Andersen, antes Arthur Andersen, como todas las grandes compañías, también engrasó con dólares el sistema político, en su caso con 640.000 dólares en el ejercicio político 1999-2000. Dos tercios de esa cantidad fueron en beneficio de políticos republicanos".
'Esto ha sido una falla generalizada de todo el sistema. Se puede considerar el sistema como una serie de círculos concéntricos: gestores, reguladores, auditores, analistas y demás. Es como un reactor nuclear que se funde y funde todas las capas'. El análisis va mas allá del plano organizacional y se sitúa en el social, el reactor que se funde no es otro que el fundamento del capitalismo y en el participan diferentes agentes sociales, desde el capital mismo, los reguladores y otros que permitieron o coadyuvaron en la construcción de las burbujas financieras, al margen de consideraciones éticas y legales, consultando solo la lógica de la acumulación, privilegiando los intereses de los administradores y destruyendo la confianza como capital social.
"El hundimiento de Enron es un Chernóbil económico, con implicaciones de amplio espectro, cuyas auténticas dimensiones tardarán tiempo en conocerse, debido al laberíntico sistema de gestión puesto en marcha por los ejecutivos para enmascarar unas cuentas que, con ese maquillaje, convertían a Enron en una empresa pionera, puesta como modelo por la propia revista Fortune. Un experto vaticinaba el sábado que habrá gente que acabará en la cárcel".
"Enron creció sobre una tupida red de intereses y ambigüedades al amparo de una liberalización del sector de la energía en Estados Unidos hecha a la medida de la compañía de Tejas, inspiradora de la debilidad del sistema de controles para el sector, como reconoció el pasado verano Richard Causey, vicepresidente de Enron, responsable de contabilidad. La Comisión Federal Reguladora de Energía acordó en 1993 conceder a las compañías eléctricas un muy laxo régimen de información sobre resultados. Presidía entonces la comisión Wendy Gramm, que saltó aquel mismo año de la Administración al consejo de administración de Enron. Su marido es el senador Phil Gramm, un republicano de Tejas con una larga historia de valedor de la primacía del mercado, idéntica a la de Kenneth Lay"
El Estado propició el clima de desregulación en el cual asoma la diversidad de reguladores en aspectos contables, contribuyente a la formación de complejas redes normativas que en nada contribuyen a la transparencia y en esa medida es co-responsable del desastre. Actualmente el Congreso de Estados Unidos ha iniciado una investigación caracterizada por la renuencia de administradores de Enron y sus auditores a declarar, amparados en enmiendas constitucionales que les permiten evitarlo si de ello se deriva su incriminación en el asunto investigado.
El problema no se ha limitado a las fronteras nacionales y ha tenido efectos en otros países, en los cuales se han denunciado prácticas corruptas en la realización de negocios por esta y otras multinacionales, la mayoría de origen estadounidense. En Argentina se han destapado intentos de soborno orientados a decidir el otorgamiento de licitaciones en la construcción de oleoductos y gasoductos y la situación tampoco es extraña en Colombia.
Desregulación y corrupción han caminado de la mano, se consolidan como inseparables socios, influyentes en decisiones estatales sobre política comercial, normativa contable, transparencia de la información y sistemas de control y supervisión, a los cuales terminan influyendo de manera determinante. La práctica del cabildeo conduce al establecimiento de legislaciones tributarias que protegen a empresas o sectores empresariales que logran contar con valedores de sus intereses en el parlamento que las determina, convirtiendo sus actividades en no tributarias, al tiempo que se establecen gravámenes sobre los ciudadanos, especialmente de la clase media y trabajadora, por medio de tributación indirecta y aportes parafiscales. Pero cuidado, Enron no es el malo. Es solo una pieza de la estructura, un componente del sistema.
2.2. LAXITUD DE PRÁCTICAS DE AUDITORÍA
Las denuncias en los medios de comunicación sobre los informes de auditoría y su no correspondencia con la realidad son abundantes, se originan no solo en Estados Unidos, también en Europa, en países como España, Irlanda, Holanda, Alemania, Argentina con su crisis del sector financiero e incluso un reciente documento de la Organización de Naciones Unidas incluye en su diagnóstico sobre el desastre de los tigres y dragones asiáticos, la laxitud de estos informes. En todos estos escándalos, en estas situaciones que revuelven el mundo empresarial y económico hay un factor común: Las llamadas Bigs Five han sido protagonistas; los nombres de Ernest & Young, Arthur Andersen, Price Waterhouse & Coopers, KPMG Peat Marwin y Delloite, Touche & Tohmatsu, son participes de estas situaciones en calidad de auditores, asesores, consultores, corredores o de una combinación de esas funciones; no puede ser de otra manera, estas firmas dominan mas del 85% del mercado profesional independiente en Estados Unidos y una proporción similar a nivel mundial. No parece existir razón en los contenidos de las declaraciones desesperadas del director de Arthur Andersen en Colombia, al concebir el problema como un asunto lejano y sin mayores consecuencias. "Lo que paso con Enron es una situación exclusiva de un país y una oficina". Los problemas surgidos en los Estados Unidos y Europa tendrán impactos por el retiro masivo de clientes, muchos de los cuales tienen el carácter de "remitidos" para las oficinas en Colombia, amén de los clientes nacionales que opten por la misma decisión, dado que en las circunstancias actuales contar con los servicios de las firmas multinacionales de contaduría se convierte en un indicio de corrupción.
La laxitud de la auditoría proviene de su filosofía e instrumental de trabajo, su baja cobertura espacio-temporal, dado que se realiza de manera eventual por visitas orientadas a la evaluación del control interno, contable exclusivamente, y a verificar con base en esta, las afirmaciones de los Estados Financieros; una práctica de evaluación, no constitutiva de control que actúa solo en el plano financiero, con carácter posterior y selectivo, proporcionando resultados poco satisfactorios en su efectividad y poniendo en tela de juicio el modelo de auditoría, aunque se trate de rebautizar como auditoría comprensiva o servicio de seguridad razonable.
La auditoría es hija legítima del capitalismo y consentida en la etapa del capitalismo financiero; se estableció como estrategia de protección de los intereses del capital frente a la administración, frente a la cual los inversionistas aplican una razonable desconfianza y su evolución la condujo a ocuparse de los intereses generales del financiamiento según postulaciones de la segunda teoría de la agencia. Es parte integrante del modelo anglosajón de control, el cual se estructura por compartimientos que permiten la formación de un amplio portafolio de servicios que para el caso, alcanza ochenta y seis especialidades de seguridad razonable, una de las cuales es la auditoría financiera, que actúa de cara al pasado, con base en contabilidad histórica y solo sobre el componente financiero de los negocios. Es cierto que las técnicas de auditoría han avanzado, pero sus desarrollos se prestan en mercados paralelos, son otros servicios, como la auditoría de grandes riesgos, ambiental, informática, tributaria, etc., dado que estas firmas manejan sus mercados con base en la lógica capitalista de la especialización, que permite la diversificación de los servicios, haciéndolos más costosos para los usuarios cuando se suman los precios de los diferentes contratos.
La laxitud de la auditoría no es un problema localizado de una oficina, un cliente o un país, lo es de un modelo tecnológico ineficiente frente al cambio en las condiciones de los negocios, una filosofía que por su carácter eventual y posterior elimina la oportunidad en la detectación de irregularidades, aunque exista la voluntad de detectar y dar oportuna cuenta. La carencia de oportunidad elimina la eficacia del modelo de control. Precisamente una de las inconformidades de los usuarios de información dictaminada como base de decisiones de negocios es la falta de oportunidad en la denuncia o reporte de determinadas actividades, especialmente de transacciones con socios y ejecutivos. Si estas fueran las prácticas de la auditoría se hubiera detectado oportunamente que "Global Crossing efectuó grandes pagos a ejecutivos y les perdonó préstamos aún cuando la empresa se acercaba a la bancarrota y los ahorros previsionales de los empleados perdían valor" y que Keneth Lay vendió más de cien millones de dólares en acciones de Enron mientras recomendó a otros comprar, en la antesala del desastre. Si estas irregularidades se detectan oportunamente otra suerte hubiera sido la de las organizaciones solo intervenidas posteriormente, cuando ya todo se encontró perdido y resultó imposible reorientar las acciones de los gestores. Y otra sería la suerte de la confianza.
Una segunda limitante de la auditoría financiera es concentrarse exclusivamente en los aspectos financieros de las organizaciones; sus técnicas se orientan a la detección de fraudes cometidos por la administración y la razonabilidad de las afirmaciones contenidas en los estados financieros, sin mayores preocupaciones por aspectos no financieros y su evaluación del control interno se limita al aspecto contable, sin considerar asuntos relativos a estrategia, gestión, resultados, cumplimiento de disposiciones, aspectos organizacionales y ambientales, todos los cuales son objeto de otras especialidades de sus portafolios de servicios de seguridad razonable; la auditoría financiera encuentra grandes limitantes para constatar la violación de normas legales y el surgimiento de responsabilidades consecuentes. Han de ser sinceras las declaraciones de los auditores al respecto; cuando declaran sin perturbación que, "hasta donde se, no se ha encontrado nada ilegal' en las cuentas de Enron. 'Lo que falló fue el modelo de negocios. La contabilidad reflejó los resultados de los negocios y la forma en que esos resultados fueron contabilizados era clara para los gestores y el consejo (de la compañía)". Los propios auditores excusan su incapacidad para detectar irregularidades normativas, legales o estatutarias, considerando que no son agentes de investigación criminal, no son policías y tampoco infalibles en la realización de sus funciones. Estas argumentaciones desconocen el impacto financiero de las irregularidades legales, las cuales en general originan contingencias que deben ser incorporadas en la información contable, según elementales normas de revelación. En el fondo es una excusa para ocultar la emergencia de responsabilidades.
Las limitaciones de cobertura de la auditoría se complementan con la práctica de pruebas selectivas que permiten errores o como técnicamente se les denomina, riesgos del trabajo, para su efectividad, puesto que la mayoría de transacciones contables y todas las actividades no contables, en la consideración de la contabilidad financiera, fundamentada en flujos de dinero, quedan fuera de tiro para la evaluación, por no ser objeto de representación contable, porque la auditoría no es control. Los auditores conocen poco de las actividades de sus clientes porque su relación es eventual, preliminar y final son las visitas realizadas, no hay continuidad en las evaluaciones, no hay un verdadero conocimiento de las características de los negocios auditados, de sus prácticas administrativas y ello explica la perplejidad de las victimas de los descalabros financieros. "Nunca escuche tantos "no lo recuerdo" de tantos graduados de Harvard con tan alto coeficiente intelectual" afirma Charles Prestwood mientras mira a lo ejecutivos de Enron ante los congresistas en Washington. Sus acciones pasaron de valer 1.44 millones de dólares a 6.400 dólares".
Son las debilidades del modelo de auditoría financiera las principales responsables de la crisis de confianza que azota al mundo de los negocios, incluso este factor predomina sobre la posible negligencia en el cumplimiento de funciones y por ello se ha hecho común la corrección de estados financieros con posterioridad a su aprobación por las asambleas de accionistas que en el caso Enron permitió determinar una sobre-valuación de utilidades en cerca de 600 millones de dólares, hecho que contribuyó al crecimiento injustificado del precio de las acciones en el mercado de valores, pero no constituye la situación única en el universo empresarial. "La deuda de AES fue colocada por Moody’s en revisión para una posible rebaja. La entidad calificadora citó para ello preocupaciones por la liquidez de la firma de energía". "PG&E dijo que aplazará la presentación de resultados para el cuarto trimestre y el año completo hasta después de revisar su uso de un controvertido método de financiamiento que se aplica en proyectos de plantas eléctricas. El análisis podría resultar en ajustes a sus estados financieros desde 1999".
Los problemas de flexibilidad de la auditoría aportan una gran provisionalidad a la información y por esta vía siembran incertidumbre entre sus usuarios, minando la confianza, capital social estratégico, actor central del desarrollo de las economías avanzadas, con base en el cual se construyen grandes capitales para emprender proyectos generalmente exitosos. La crisis de confianza no solo tiene efectos presentes o retroactivos, afecta el futuro mismo de las organizaciones como se evidencia en condiciones nuevas para la realización de negocios. "La propuesta de las firmas asiáticas Singapur Technologies Telemedia y Hutchinson Wampoa para comprar un 79% de Global Crossing por 750 millones de dólares está enfrentando la oposición de inversionistas y acreedores, dicen fuentes cercanas".
La laxitud de la auditoría es actor central de la crisis de confianza, se origina en las características del modelo antes que en la negligencia de sus ejecutores, se materializa en su limitada cobertura, la carencia de oportunidad, la aplicación de muestreos, que contribuyen a la impunidad de las irregularidades por la imposibilidad o dificultad para su detección.
2.3. FLEXIBILIDAD DE LA REGULACIÓN CONTABLE
Uno de los objetivos fundamentales de la auditoría de estados financieros consiste en dictaminar si estos se obtienen como consecuencia de la aplicación de principios o normas de contabilidad de general aceptación, lo cual no es muy comprensible dado que el programa de la general aceptación fue superado desde mediados del siglo veinte. De todas maneras la práctica de la regulación contable sobrevive y la auditoría debe verificar la aplicación de las reglas establecidas, en el caso estadounidense las establecidas por la SEC, como reconocimiento de las convenciones logradas en FASB. En gran medida la verdad como coherencia se reconoce por el hecho de que los informes contables sean consecuencia de la aplicación de las normas, ese es el sentido de la razonabilidad, la verdad real pierde interés, sede su espacio a una verdad formal. En el nivel internacional la regulación corresponde a IASB y recibe la denominación de Normas Internacionales de Contabilidad (IAS), ahora rebautizadas como Normas Internacionales de Estados Financieros (IFRS, por International Financial Reporting Standards). Este desplazamiento nominativo confirma el énfasis en los Estados Financieros en detrimento del proceso contable.
Las normas contables no se determinan por investigación científica, son una convención adoptada democráticamente entre los integrantes del respectivo Board o consejo, es un convenio político determinado por reglas de ejercicio de poder, por correlaciones de fuerzas entre los gestores de la regulación. Sus decisiones están influidas por intereses dominantes en los consejos que las emiten, desde luego, entre ellos se incorporan los de las cinco grandes multinacionales de contaduría, con la pretensión de estandarizar las prácticas profesionales. Estas normas cumplen un papel de luces orientadoras del trabajo contable y dejan amplios campos al ejercicio del criterio profesional, dicho de otra manera, son amplias y flexibles, permiten un ejercicio hermenéutico de considerable discrecionalidad, para proporcionar base legal a la práctica de la llamada "contabilidad creativa", una acción orientada a establecer procedimientos contables que favorezcan los intereses de los productores de información, manipular la información sobre situación y resultados, tal vez al margen de la ética pero no de la ley. Así están concebidas, para permitir amplia discrecionalidad de su significado, propiciar diferentes mediciones y clasificaciones de acuerdo con los intereses en dominio, sin que esto implique inobservancia de la normatividad establecida, siguiendo la lógica de la gerencia empresarial, caminar por la línea divisoria entre la eficiencia y la ilegalidad. La aplicación de las Normas Internacionales de Contabilidad, ahora IFRS, o de USGAAP en el caso estadounidense permite diferentes clasificaciones, valoraciones y mediciones de los mismos fenómenos. Debe recordarse que las USGAAP no tienen aplicación solo en Estados Unidos, de alguna manera son normas internacionales, dado que en algunos países y mercados se han adoptado, como es el caso Canadá, Japón, Nueva Zelanda en sus bolsas de valores, Puerto Rico y Panamá las implementaron a nivel nacional, aunque en el último caso es opcional su uso o el de las IFRS.
La flexibilidad en el tratamiento contable de las transacciones surge de prácticas regulativas que permiten el registro alternativo de transacciones, según los intereses del informe, por ejemplo, la aplicación de métodos de valoración de inventarios que permiten la transformación de ganancias en pérdidas o viceversa, la determinación de periodos de vida útil de los activos, las bases de provisiones y contingencias, las más recientes prácticas del valor razonable en sustitución de valoraciones derivadas de la aplicación de teorías del valor trabajo y el valor utilidad, de probada objetividad científica y material, la incorporación o no de contratos u operaciones al balance de determinadas actividades, especialmente contratos de riesgo compartido, derivados financieros y otras transacciones de alto riesgo, el tratamiento contable del fondo de comercio, el reconocimiento de ingresos o cargos diferidos, todo lo cual permite ocultar pasivos, omitir o inflar activos y resultados según las circunstancias. Estas normas contribuyen muy poco a la transparencia de la información y paradójicamente ésta es una cualidad que se le reconoce en la legislación colombiana, en los "micos" incorporados en la ley de reestructuración empresarial, al tiempo que algunos internacionalistas light abogan por su adopción en sustitución de las reglas menos flexibles incorporadas en la legislación colombiana, calificada por ellos de obsoleta, solo porque es menos discrecional, permite menos posibilidades a los malabarismos informativos.
"Durante años las acciones estadounidenses han disfrutado de una prima respecto del resto del mundo, debido, en parte, a sus estándares mas estrictos de gobierno de la empresa, que le ofrecían una garantía a los inversionistas de que sus acciones no se verían involucradas en escándalos. En algunos casos, las acciones de los emergentes llegaron a cotizarse con un descuento del 50% frente a los Estados Unidos, en parte para compensar la debilidad de los estándares contables en los países emergentes". "La gente siempre ha sido escéptica sobre la contabilidad de los mercados emergentes pero, al contrario de lo que ocurre con las compañías de los países desarrollados, el riesgo ya está descontado en el precio de la acción". Esa concepción está cambiando, la confianza en los estándares contables de los países desarrollados está cayendo, como consecuencia de las manipulaciones basadas en su flexibilidad. "Los ejecutivos de Enron pudieron aprovechar las fallas en las normas contables y una junta administrativa que se había quedado dormida. En realidad asumieron el papel, familiar para los inversionistas en mercados emergentes, de accionista controlador"... "Los reportes de los mercados emergentes son menos completos, pero es menos probable que la información recopilada sea manipulada en el balance. Ahí es donde los emergentes tienen una ventaja". Una consecuencia de la crisis de confianza es el desplazamiento de inversiones a mercados emergentes, al tiempo que disminuye la denominada prima de descuento, una externalidad conveniente a los excluidos.
El análisis no queda concentrado en el caso Enron, los acreedores de Global Crossing están revisando las ventas de acciones por empleados de la empresa, el intercambio de capacidad de fibra óptica y compensaciones a los ejecutivos que Global realizó antes de solicitar la protección de las leyes de bancarrota. Estos hechos no fueron adecuada y oportunamente revelados y permitieron los hechos originarios de la crisis de confianza. Esa flexibilidad es aprovechada por las administraciones para alcanzar los objetivos de la reproducción del capital, "en nuestra altamente competitiva economía son cada vez más las empresas que realizan maniobras financieras que sobrepasan los límites éticos", pero no sobrepasan los límites de la normatividad.
Esa flexibilidad es contribuyente fundamental a la crisis de confianza, permite prácticas indebidas y hasta fraudulentas, con base en ellas, "Enron no pagó impuestos sobre sus ingresos durante años. Su técnica para evadir impuestos consiste, básicamente, en transferir los beneficios a una empresa asociada que no está sujeta a las leyes fiscales de Estados Unidos, como un banco con sede en un paraíso fiscal. Este asociado, tras cobrar una prima por sus servicios, devuelve después sus beneficios a los Estados Unidos bajo una figura legal que está exenta de impuestos según las leyes fiscales norteamericanas. Este sistema es aplicado cada vez con mayor profusión por las grandes empresas estadounidenses, por lo que el gobierno Clinton intentó, sin éxito, derogarlo. El Times señala que, gracias a este y otros métodos contables, Enron no pago impuestos, por sus ingresos durante cuatro años. Además en este período la empresa acumuló derechos a devoluciones de impuestos federales por 378 millones de dólares". Se dice que utiliza una contabilidad trucha, adecuable a distintas aguas, y cuando perdió 20.000 millones de dólares en el mercado de derivados financieros manejados en Europa por Arthur Andersen y Price Waterhouse & Coopers, en operaciones OFF Balance, lo ocultó inflando simultáneamente los activos en 500 millones de dólares.
La flexibilidad de las normas contables se ha utilizado como estrategia de mercado de servicios profesionales, ofreciendo a los clientes ambientes más discrecionales. "Los llamados principios de contabilidad generalmente aceptados (GAAP) en los que las firmas de contadores públicos autorizados (CPA) basan sus auditorías, permiten una gama de procedimientos aceptables, y dejan además un margen considerable a la libre interpretación. Los críticos de la Touche Ross afirman que la firma no usa este margen para realizar una auditoría más exacta, sino para dar a los clientes una mayor libertad en el cálculo del resultado".
William Powers, miembro del consejo de Enron, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Texas y autor del informe que lleva su nombre, ha dimitido tras concluir su investigación sobre las irregularidades contables del gigante de la energía en quiebra. En un comunicado, Powers explica que se le invitó a entrar en el consejo de administración de Enron el 31 de octubre del año pasado -(2001)- para presidir el Comité Especial de Investigación, cuya misión iba a ser la de examinar las transacciones que la empresa de Houston había realizado con miles de sociedades participadas que no aparecían en los balances. 'He terminado mi trabajo', dice Powers, en una carta que ha remitido al consejo. 'Ahora necesito dedicar todas mis energías a ser decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Texas', añade. El llamado 'informe Powers' detalla las irregularidades contables con que la empresa tejana ocultó sus millonarias pérdidas e infló sus beneficios, y también responsabiliza a la empresa auditora Andersen de complicidad en el falseamiento de los libros. Las prácticas contables han sido tan nocivas para empleados, socios y acreedores que Judicial Watch demandará por conspiración civil a Enron y Arthur Andersen.
Los problemas de la contabilidad tampoco son patrimonio exclusivo de Enron y Arthur Andersen; La SEC recibe un promedio de 525 comunicaciones diarias sobre actuaciones contables irregulares. Las dudas contables se extienden a otros clientes de las cinco grandes, por ejemplo de Ernest & Young, por la forma como auditó a PNC Financial Service Group, un holding financiero estadounidense que anuncio la corrección de sus informes financieros debido a la forma en que registro tres compañías creadas junto con el gigante de los seguros American Internacional Group y ha dado lugar a una investigación de la Reserva Federal y la SEC, Ernest & Young actuó como auditor del primero y asesor del segundo.
Diariamente se publican nuevos escándalos y las más importantes empresas de los Estados Unidos y Europa ven caer dramáticamente los precios de sus acciones en el mercado de valores como consecuencia de la situación. Los inversionistas fundamentan sus decisiones con mayor apoyo de los periódicos financieros que de los estados financieros dictaminados.
Titulares y notas como los siguientes se repiten en el día a día:
Dudas sobre contabilidad envuelven a un pionero del mundo de las comunicaciones
Crecen dudas contables en las operaciones de Global Crossing
SEC analiza si Microsoft fue demasiado conservador al registrar facturación.
Qwest realzó el cuadro de sus ingresos con cuatro transacciones con KMC
IBM superó expectativas pero dijo poco sobre una venta.
General Electric, AIG, IBM, y Cocacola. Prácticas contables impenetrables, contabilidad de caja negra
Allied Irish Bank (AIB) pierde 750 millones de dólares por prácticas fraudulentas
Elan trasladó dos mil millones de dólares de sus deudas a Joint Ventures.
Vivendi hincha sus resultados.
Network Associates, estadounidense de Software, informo que la SEC inició una investigación de sus prácticas contables. Su acción cayó un 11% en la Bolsa de Valores de Nueva York ayer
SEC demandó a seis ex-ejecutivos de Waste Management, acusándolos de tomar parte en un enorme fraude financiero, que infló los resultados de la empresa y les permitió llevarse millones de dólares en beneficios personales. La empresa fue auditada por Arthur Andersen.
SEC indaga el papel jugado por Arthur Andersen como auditor de tres firmas de telecomunicaciones cuyos métodos contables la entidad revisa actualmente. La indagación de la SEC es parte de su revisión de la contabilidad de Global Crossing, Qwest Comunications International y WorldCom
Boeing Capital, filial de leasing de Boeing, realizará una modificación en sus libros que implicará agregar activos y pasivos por cerca de U$ 1.200 millones para ajustarse a nuevas reglas contables.
Los acreedores de Global Crossing están revisando las ventas de acciones por empleados de la empresa, el intercambio de capacidad de fibra óptica y compensaciones a ejecutivos que Global realizó antes de que solicitara la protección de las leyes de bancarrota. Los prestamistas buscan transacciones que se puedan deshacer y activos que se puedan reclamar.
Gastón Parra, el nuevo presidente de Petróleos de Venezuela, dijo que planea iniciar una investigación sobre los métodos de contabilidad de la compañía estatal. Parra sugirió que PdVSA infló sus costos operativos para eludir contribuciones fiscales a través de regalías, impuesto a la renta y dividendos al Estado.
Xerox pagará multa por U$10 millones de dólares para evitar cargos por fraude contable.
La implosión de StarMedia, que incluye una investigación por irregularidades contables y la salida de los principales ejecutivos de la empresa, no pudo ser peor para J. P. Morgan Partners.
Las noticias sobre nuevas irregularidades contables y sobre apertura de investigaciones se siguen publicando sin cesar: Computer Associates International, estadounidense de la informática, tuvo una caída en el precio de sus acciones, de 17.38%, el miércoles en la Bolsa de Nueva York en reacción a noticias de que la contabilidad de la empresa era investigada por las autoridades. Reguladores federales de EE.UU han abierto investigación preliminar sobre prácticas de registro de ganancias de Computer Asociates International. La pesquiza se concentrará en determinar si los ejecutivos de la empresa de software exageraron los resultados para inflar su acción.
Las empresas deben defenderse y a su vez producen informes que intentan limpiar su nombre:
CISCO promete informar al margen de principios contables..
La actividad de General Electric está basada en bienes tangibles, no en la fe.
General Electric se sube en el tren de la transparencia financiera
IBM promete mayor transparencia en sus estados financieros
Tyco se divide en cuatro empresas en medio de controversia contable
Financial Executives International, grupo profesional que incluye altos ejecutivos de Cisco Systems, General Electric, General Motors y Microsoft, planea presentar hoy ante un comité del Congreso sus recomendaciones para mejorar la transparencia de las prácticas contables
Las causas de las investigaciones y correcciones de estados financieros se fundamentan en la flexibilidad de las normas contables, registro de ingresos extraordinarios como operacionales, operaciones fuera de balance, operaciones reciprocas con subordinadas, tratamiento de activos como gastos o viceversa, Valor Razonable de los activos, traslado de pasivos a subordinadas o a contratos de riesgo compartido, tratamiento del Fondo de Comercio, Ingresos recibidos por anticipado, cargos diferidos y en todos los casos eliminación de la transparencia de la información.
Hay una histeria colectiva y su creadora ha sido la flexibilidad de las normas contables, establecidas así, para permitir márgenes de discrecionalidad al criterio profesional, campos de acción a la contabilidad creativa. El problema no se ha quedado en las fronteras de Estados Unidos, ha trascendido a Europa y se refiere no solo a quienes utilizan Principios de Contabilidad de General Aceptación en Estados Unidos (USGAAP), también a quienes utilizan Normas Internacionales de Contabilidad (IAS), ahora IFRS, al fin y al cabo comportan un aire de familia, no solo por su método de formulación sino por sus contenidos laxos. Las consecuencias son inclementes con las empresas, estas son castigadas por el mercado de valores y sancionadas por entidades de control y nuevamente se presenta un común denominador, las cinco grandes actúan como auditores o asesores. ¿Un nuevo golpe de la casualidad o una relación de causalidad?
2.4. NEBULOCIDAD LA RESPONSABILIDAD
Este es un tema poco abordado, no por ello menos importante, en la construcción de un diagnóstico sobre la crisis de la confianza. La responsabilidad se ha definido como la obligación de dar cuenta de los propios actos y en algunos casos de los de terceros, pudiendo actuar en el ámbito personal o patrimonial. En el primer caso se generan sanciones sobre la persona, con el objetivo de reorientar las conductas lo cual puede tener ocasión en los niveles disciplinario, contravencional o penal y en el segundo por la reposición o indemnización del bien afectado o del daño causado. La responsabilidad tiene un papel determinante en la creación de confianza, constituye una forma de garantía de competencia e idoneidad del oferente de servicios profesionales y su carencia actúa como factor menguante de este patrimonio social.
En el ejercicio profesional de los contables, regido por el enfoque anglosajón, se ha construido sistemáticamente una estructura que minimiza la responsabilidad, la sitúa en planos grises, nebulosos, para su tipificación, utilizando para ello cuatro estrategias fundamentales: la estructura organizacional, las cláusulas contractuales, la vaguedad de los informes y la transferencia de responsabilidad. Con ellas la responsabilidad se diluye, se delimita o sencillamente se hace inaprensible.
Las firmas multinacionales contables han establecido estrategias organizacionales para limitar los efectos de su responsabilidad, concentrándola en un solo país, incluso en una sola ciudad, al tiempo que disminuyen el capital de riesgo en su expansión internacional, dando solidez a sus ingresos mediante el establecimiento de royalties, participación sobre ingresos, que en ocasiones alcanzan hasta el 65% de los valores facturados. "Esos gabinetes internacionales, ciertamente, no son empresas como las demás. Son "asociaciones", la agregación de estructuras nacionales, que utilizan el mismo nombre, la misma marca, pero cuyos vínculos son finalmente muy flexibles...". Las escrituras públicas de constitución y sus reformas así lo demuestran; en el caso colombiano se han constituido de acuerdo con las normas mercantiles nacionales, con capitales insignificantes frente a la magnitud de negocios que gestionan y por asociación de o con colombianos, tienen una personería jurídica nacional y esto las exime de responsabilidades patrimoniales originadas en el ejercicio negligente de la profesión en el extranjero, es una de las formas de blindaje frente a riesgos que han adoptado. Esto hace comprensibles las declaraciones de un alto ejecutivo de Price Waterhouse & Coopers en relación con un proceso de investigación criminal adelantado en los Estados Unidos por lavado de dólares, remitidos como royalties por las oficinas en Colombia: "Se trata de una firma independiente asociada y en nada compromete a la empresa principal". Son socios para compartir los ingresos pero no así para asumir responsabilidades.
Esta característica de la organización de las multinacionales contables se ratifica en declaraciones del gerente de Arthur Andersen en Colombia, donde ahora declara su independencia, su carácter nacional, negado en las discusiones del proyecto de revisoría fiscal, cuando les resultó más oportuno declararse pilar de la globalización, señalando la necesidad de sus servicios para que esta avance con éxito. Es una estrategia para mantener sus clientes nacionales, siguiendo instrucciones de la casa matriz. El éxodo de clientes remitidos es inevitable.
Las empresas contables multinacionales están muy lejos de tener el tamaño y la experiencia que aparentan, en verdad son un conjunto de firmas independientes, con capital propio, experiencia propia y en algunos casos know how propio. Las formas de organización se clasifican en tres categorías: firmas integradas, firmas federadas y red de firmas.
La estructura de firmas integradas, aplicada por Price Waterhouse y Arthur Andersen, se conforma por un conjunto de firmas independientes, normalmente de cobertura nacional, las cuales adoptan un nombre común, niveles de adiestramiento, servicios y técnicas de trabajo unificados y construyen un currículum vitae consolidado, el cual en últimas es aparente, no corresponde a cada una de las firmas asociadas.
La estructura de firmas federadas es flexible, se aplican controles unificados centralizados pero las firmas asociadas son más autónomas en lo técnico y en los servicios, pero igualmente construyen un currículum vitáe común. Es el tipo de organización de KPMG, Peat Marwin...
La estructura de red es un híbrido de la integración y la federación en donde las firmas nacionales independientes utilizan sus propias normas y técnicas en los trabajos nacionales y adhieren a los de la red para las actividades internacionales, manteniendo igualmente la unidad del currículum vitae. Utilizan sus propios nombres adicionados al de la red en los diferentes países, al igual que lo hacen en las estructuras federadas.
Los trabajos de las múltiples firmas asociadas terminan construyendo una acumulación de experiencia invencible en la participación en licitaciones y concursos de méritos, pero esta experiencia es un engaño, muchos socios de la multinacional no se conocen y en algunos casos ni siquiera han intercambiado comunicaciones, pero cada uno es personero de la experiencia del otro, la construcción de una ficción que garantiza éxito en el mercado profesional.
Arthur Andersen, creada en Chicago por Arthur Andersen y Clarence de Lany en 1913, se prepara para evadir sus responsabilidades utilizando esta característica de su estructura organizacional, buscando vender todos sus intereses fuera de Estados Unidos, e incluso los negocios de asesoría tributaria y consultoría gerencial en ese país, para dejar solo el remanente correspondiente al negocio nacional de auditoría como garantía a los damnificados de ese terremoto financiero y económico determinado por la destrucción de la confianza. Pero las propias características de su estructura están actuando en su contra por cuanto las firmas independientes que la integran han comenzado a desertar, actuando con su propio criterio y violando los convenios de no competencia establecidos en los contratos de asociación. Complementando el sobrio panorama los socios de Estados Unidos buscan derogar el convenio de no competencia que les impide vincularse a otras firmas, con el objetivo de emprender nuevos horizontes. Los días de gloria de Andersen han concluido. Las formas de evadir la responsabilidad transmutaron en instrumentos de disolución.
Una segunda estrategia de nebulosidad de la responsabilidad se desarrolla mediante los contratos de prestación de servicios a los cuales hay que leerles cuidadosamente la letra menuda, dado que en sus cláusulas se elimina la asunción de cualquier obligación de reponer daños originados en los resultados del trabajo contratado e incluso pretenden modificar disposiciones legales mediante acuerdos contractuales que no alcanzan las coberturas de actividad establecidas en disposiciones vigentes. Un contrato es una relación jurídica bilateral, en virtud de la cual las partes celebrantes determinan la creación, modificación o extinción de obligaciones de hacer o de dar, siempre dentro de los límites del orden legal. Cuando una función se establece por norma legal imperativa no puede ser modificada por convenios entre particulares, lo contractual no modifica lo legal, pero ha servido para manipular el monto de los honorarios y la transparencia de la contratación.
La tercera estrategia contra la responsabilidad se incorpora en los informes y su lenguaje difuso, vago, laxo y carente de significado, vinculado a estándares que simultáneamente limitan la independencia. La Comisión Cohen denunció el problema en la investigación sobre crisis de la confianza realizada a finales de la década de 1970, sosteniendo que sus contenidos no han tenido variaciones sustanciales desde 1948 y son bastante insatisfactorios, dado que se orientan a evadir la responsabilidad de los auditores. Esa es la intención percibida en la declaración relativa a la responsabilidad por la elaboración de los Estados Financieros por parte de la administración y la incorporación de expresiones excluyentes de responsabilidad, como opinión y razonabilidad. La opinión es un concepto genérico, carente de base empírica que fundamente sus contenidos y se ha avenido en derecho constitucional en muchos estados, determinándose que nadie puede ser condenado por ejercer su libertad de opinar. Este es un argumento que ha salido triunfante en varios procesos jurídicos de responsabilidad. El otro término, la razonabilidad, es impreciso y permite diversas interpretaciones, tales como, claridad, mas o menos cierto, lo mejor dadas las circunstancias y coherente con normas; en muchos países que insisten en utilizar estándares, estas expresiones han sido sustituidas por aserción, juicio o criterio profesional, en el primer caso y por seguridad, precisión, exactitud, fidedignidad, en el segundo.
Los servicios profesionales de las firmas no se limitan a la emisión de opiniones sobre estados financieros, a las cuales cubre la anterior argumentación, se extienden a otros campos como los estudios de viabilidad de empresas en funcionamiento o nuevas empresas, para promover la venta de títulos de inversión en el mercado de valores y también allí se practica la conformación laxa y evasiva de responsabilidad. En estos casos, los dictámenes se limitan al momento de su emisión y no cubre situaciones derivadas de cambios en las condiciones inicialmente consideradas, se basan en las conjeturas de los promotores, sobre las cuales no se asumen responsabilidades y al mantenimiento de las condiciones en que estas se formularon. La responsabilidad se centra en el cálculo de las proyecciones, es decir en la exactitud aritmética de las operaciones, pero no de sus bases y factibilidades y en ellos ocupa factor importante el impacto de la tributación, especialmente cuando las inversiones permiten el ejerció de beneficios fiscales especiales, tales como descuentos, exenciones, deducciones anticipadas o por valor superior al costo, en fin refugios fiscales. En relación con este último asunto los informes se limitan a manifestar que se pueden obtener los tratamientos fiscales especiales si se cumplen las condiciones establecidas en la ley y esta no es objeto de posteriores modificaciones, es decir traslada la responsabilidad al analista o inversor potencial, quién debe verificar el cumplimiento de las disposiciones en el negocio objeto de inversión. La diferencia entre la existencia e inexistencia de este informe no es ninguna, pero termina convirtiéndose en un determinante instrumento de mercado.
La cuarta estrategia de nebulosidad es el desplazamiento de la responsabilidad hacia un tercero, en relación con aspectos patrimoniales o personales. El desplazamiento de la responsabilidad patrimonial se realiza en general mediante fianzas y garantías financieras o de aseguramiento. Normalmente se garantiza la calidad del trabajo y la responsabilidad civil, contractual o extra-contractual, mediante una póliza de seguros, fácilmente disponible en el mercado y es la compañía aseguradora quién debe cubrir las responsabilidades de este tipo. El aseguramiento tiene límites y costos para poder constituirse en un factor real de desplazamiento de la responsabilidad, no cubre obligaciones derivadas de la violación de la ley, como es el caso de responsabilidades administrativas y penales, y solo responde por coberturas limitadas en el caso civil, cuando los daños o perjuicios no se originan en violación de la ley, mientras la responsabilidad profesional no se limita a estos montos, asciende al valor de los daños y perjuicios originados en negligencia, incompetencia o dolo, originadas o no en violación de normas legales. Los niveles de negligencia en el ejercicio profesional es de tal magnitud que "las firmas contables tendrán que pagar mayores primas por los seguros que las protegen de costos por errores y omisiones como resultado de los escándalos contables recientes, dijeron analistas de la industria de seguros".
El desplazamiento personal de la responsabilidad se tipifica cuando las sanciones solo se aplican a personas naturales pero no a las organizaciones jurídicas que las reúnen y les permiten el ejercicio colectivo de la profesión. La obligatoriedad de observancia de normas profesionales se extiende al ejercicio colectivo de la profesión haciendo sujetos de sanción a las organizaciones profesionales. Cuando se habla de contaduría pública no se hace en los mismos términos de cualquier profesión y cuando se habla de sociedades o asociaciones de contadores públicos no se hace con los mismos parámetros de las sociedades comerciales en general. Conceptualmente la sociedad de contadores públicos es un instrumento de ejercicio colectivo de una profesión que comporta riesgo social y tanto ella como sus socios y dependientes deben observar las disposiciones profesionales.
Pensar en sentido contrario es construir un instrumento de in-imputabilidad de la sociedad por sus conductas concentrándola en sus socios o dependientes con la lógica perversa de que la sociedad contrata y gana pero no es objeto de responsabilidades, éstas las traslada a los dependientes, no así la riqueza generada. Esto constituiría una irracionalidad jurídica incluso en el campo de las sociedades comerciales ordinarias. La ley les otorga el privilegio de realizar unas actividades propias de una profesión pero las hace sujeto de las responsabilidades de la misma, en una decisión de equilibrio de derechos y obligaciones. Este asunto fue abordado en Estados Unidos con la presentación al Congreso de un proyecto conocido como "Ley Moss", codificado como HR1317, en 1978. El proyecto propuso la creación de una Organización Nacional de Contabilidad, dependiente de la Comisión de Valores y Cambio SEC, ante la cual deberían inscribirse las firmas y que tendría como una de sus funciones inspeccionar la calidad de las auditorías que estas realizaran. La responsabilidad de las firmas resultaría incrementada sustancialmente y serían objeto de vigilancia estatal. El proyecto tuvo amplia oposición, pero no ha sido olvidado, en la crisis actual se ha desempolvado y puede recibir trámite parlamentario. En aquella oportunidad las firmas y la profesión cedieron concesiones como condición de la no aprobación del proyecto.
Hasta 1978 el AICPA y la profesión contable no tenía manera de relacionarse con las firmas de contaduría, solo los contadores públicos en su condición de personas naturales podían ser miembros del Instituto y objeto de responsabilidades y de los procedimientos de auto-regulación. En ese año el Instituto, como forma de detener los proyectos legislativos, puso en marcha una nueva división destinada a incorporar a las firmas de contaduría pequeñas al régimen de auto-regulación y otra, la Sección Práctica de la SEC, para las firmas gigantes, dedicadas a las grandes corporaciones, las cuales deben someterse cada tres años a revisiones de sus controles de calidad de auditoría, las cuales se realizan por otras firmas contables, como una revisión por pares o revisión por colegas (Peer Review). El control de las firmas no es nada nuevo y no existe explicación para las resistencias locales a su control y vigilancia.
Cuatro elementos magistralmente combinados dejan expuestos a todo riesgo a quienes directa o indirectamente se ven relacionados con unas organizaciones profesionales que no tienen lógica diferente a la del dinero, eliminan toda posibilidad de responsabilidad descargando todos los riesgos en sus clientes, los usuarios de su actividad, la sociedad toda, contribuyendo a la construcción del escenario de muerte de la confianza.
2.5. RELATIVACIÓN DE LA INDEPENDENCIA
El asunto más grave en la crisis de la confianza es la inexistencia de claras reglas de independencia de sus garantes, surgida de la carencia de delimitación entre la función de auditoría y la gestión, en un medio en que las inhabilidades no pueden limitarse a la relación laboral porque la economía actual se caracteriza por la des-salarización del trabajo. Las grandes firmas contables iniciaron el proceso de relativación de la independencia cuando decidieron incorporarse al mercado ampliado de los servicios profesionales, el cual resultó más llamativo y rentable que la actividad de auditoría e impulsó la diversificación que les permitió hacer de todo, justificando su comportamiento en que, "Se quiera o no, la naturaleza de nuestra profesión ha cambiado. Debe venderse a si misma y demostrar un amplio campo de práctica, innovación y dirección. Nos gustó dejar atrás parte de nuestra imagen de "auditor de auditores" para aproximarnos a algo que refleja más adecuadamente nuestra práctica acabada y responsable. La calidad es lo importante, no hay ninguna duda al respecto, pero hoy en día se debe tener algo más. A nadie le gusta que le consideren aburrido". Lo aburrido consiste en no poder llenar bien los bolsillos y ese objetivo se frustra por una dedicación exclusiva a las labores de auditoría.
Deloitte, Haskins & Sells fue pionera en la incorporación del marketing a los servicios contables, "...las grandes firmas de contabilidad todavía no se han lanzado a las calles con hombres anuncio que proclamen sus servicios, pero una dura batalla competitiva está transformando nuestra conducta, en otro tiempo tan seria. Demasiado acostumbrados a tener a los clientes requiriéndolas, ahora están persiguiendo vigorosamente clientes potenciales...". El ejemplo de Deloitte, Haskins & Sells fue seguido por Arthur Young, Touche Ross y luego las demás, unas con mayor decisión que otras, pero todas concluyeron aceptando el credo "MAYOR DEPENDENCIA DEL CLIENTE = MAYOR VOLUMEN Y ALCANCE DE LOS SERVICIOS = MAYORES INGRESOS. Las preocupaciones por la idoneidad y la capacidad cedieron campo a la capacitación en marketing y entre los socios de las grandes firmas apareció una nueva especie, no caracterizada por su sapiencia, sino por su habilidad para enganchar nuevos clientes.
El mercado sustituyó a la ética y uno a uno los viejos valores se fueron derrumbando. "Nuestro asesoramiento va destinado a proporcionarnos una imagen de firma más alerta y más puesta al día que desea conseguir un mayor volumen de negocios y que está orientada a los servicios. La profesión ha cambiado mucho. Nuestra imagen seria y conservadora solía reflejar el estilo empresarial. Pero ya no es así. Hace quince años, si un posible cliente nos llamaba y nos proponía revisar sus cuentas, llamábamos primero a su auditor como un acto de cortesía. Ahora salimos y tratamos de cerrar el trato antes de que el otro chico sepa que infiernos ha ocurrido".
"Existen dos puntos de vista para definir el mercado profesional. Por una parte, un mercado puede definirse en términos de un universo de clientes en perspectiva que puede ser atendido por el personal existente, la capacidad y los servicios de una firma. Por otra parte, un mercado puede definirse en términos del propio mercado (su configuración y necesidades) dentro de la estructura de capacidades de una firma para adaptarse a esas necesidades. El ejemplo clásico sería el de un pianista en un salón de te. Algunos pianistas tocarán lo que usted quiera oír, sea lo que sea, en la medida en que lo que usted desee oír sea Melancoly Baby. Otros reconocen el gusto y demandas de su clientela y usan sus habilidades pianísticas para tocar el tipo de música que quieren los parroquianos. Naturalmente, el segundo pianista es el que trabaja con mayor regularidad". Esta declaración es la mejor definición del dominio del mercado sobre el servicio y el tipo de acciones que están dispuestas a adoptar las firmas multinacionales de contaduría por alcanzar contratos, permitiendo identificar hasta que punto influye en la relativación de la independencia que termina cercada, eliminada es más preciso, por los gustos e intereses del cliente..
Las oferta de servicios de asesoramiento a la gerencia (MAS por sus iniciales en ingles) incluyen la promesa de disponibilidad de expertos altamente calificados, conocimiento especializado en todos los aspectos de dirección y operación de organizaciones, acción exterior para aprobación política y burocrática de actividades, independencia y objetividad a la hora de decidir, capacidad para proyectar la dirección llevando la asesoría a feliz término y transferencia de conocimientos inter-empresariales, capacidad de transferir lo aprendido con unos clientes para resolver los problemas de otros, lo cual puede constituir uso indebido de información privilegiada, violar normas de propiedad intelectual e industrial, constituyendo por tanto una práctica restrictiva de comercio; pero el mercado lo requiere y todo vale.
Cuando el auditor es gestor por contratos outsourcing de compilación de información, consultoría gerencial, asesoría tributaria, entre otros, la evaluación se aplica sobre sí mismo y la posibilidad de independencia desaparece, en verdad predominan los factores restrictivos de independencia, la fuerza, la riqueza y el conocimiento o mejor la carencia de conocimiento personal, sustituido por el know how de las organizaciones contables. Es este interés el que justifica la acción de las Bigs Five, en la sustitución del principio de independencia por otro mas flexible como profesionalismo, objetividad, integridad, imparcialidad. Mediante la sustitución de principios buscan una regulación que les permita manos libres en el ejercicio profesional, el costo es la confianza pública, en la cual ellos creen poco, están convencidos que un informe es mejor que nada, pero no garantiza nada, porque un auditor no es dios para ser infalible.
Los contadores públicos están habilitados para realizar actividades propias de la ciencia contable, las cuales constituyen importancia determinante para la seguridad y el orden público económico, comportando por tanto alto riesgo social, lo cual hace que la profesión sea objeto de especial reglamentación del Estado. Para la ejecución de estas actividades, los contadores públicos actúan de manera individual o colectiva y en este último caso por medio de organizaciones profesionales que permiten un tipo especial de asociación con características diferenciadas en relación con las sociedades comerciales.
Los cánones internacionales del ejercicio de la contaduría determinan que esta se ejerce en dos niveles claramente diferenciados, la Contaduría Profesional, orientada a la prestación de servicios laborales, de asesoría y consultoría a la administración de los entes, integrados por servicios con vinculación laboral, o outsourcing en áreas de impuestos mercadeo, compilación y análisis de información, diagnósticos financieros, estudios de mercado, selección de personal, en fin acciones que se orientan a satisfacer necesidades de la administración. El otro nivel de ejercicio profesional es la Contaduría Pública orientada a la satisfacción social de requerimientos de confianza pública, es decir, generar credibilidad en relación con determinados informes, hechos o documentos, para que terceros soporten sus decisiones en sólidos niveles de seguridad o cuando menos de una seguridad razonable.
La confianza otorgada por la contaduría pública se expresa a través de dictámenes, elaborados como consecuencia de la aplicación de unas normas y procedimientos de evaluación o control a los informes, actos, hechos o documentos originados por los administradores y determinantes para el Estado, los inversionistas reales o potenciales, los proveedores, los otorgantes de crédito, los clientes, los consumidores, la competencia, los trabajadores y la sociedad en general. La contaduría pública se sustenta en el interés público, la contaduría profesional en el interés de los administradores. Esta realidad es hoy reconocida en el mundo a tal nivel que muchas empresas contables se han comprometido en procesos de escisión, como es el caso de Arthur Andersen, muy publicitado en la prensa financiera internacional, y el motivo es sin duda el problema de independencia requerido para la contaduría pública, para la creación de confianza pública acerca de la gestión de los administradores. En ese mismo camino se han incorporado otras organizaciones profesionales, como es el caso de KPMG, aunque la separación de intereses termina siendo aparente.
Una vez se reúne un pequeño grupo de banqueros, servicios sanitarios, seguros, líneas aéreas, detallistas o clientes del campo energético, los hombres de marketing de las ocho grandes entran en acción proyectando divisiones especializadas en cada actividad económica; se forman grupos de trabajo especializados o se especializan en relación con la actividad económica de grupos de clientes a partir del criterio de especialización segmentada del mercado, con el fin de ofrecer los servicios más competitivos; un contrato conduce a otro, desarrollar una pericia conduce a más clientes de la misma industria y este hecho afecta la independencia de dos maneras, eliminando las fronteras entre gestión por asesoramiento o consultoría y auditoría, y haciéndolos depositarios de información privilegiada de sus clientes que permite su utilización en el asesoramiento o evaluación de otros. Prestar simultáneamente servicios de contaduría profesional y contaduría pública es ser juez y parte, gestor y evaluador y el argumento de la muralla china tendida entre las personas naturales que actúan en representación de la misma persona jurídica en diferentes actividades, auditoría y asesoramiento o consultoría, es un cuento chino.
Touch Ross implementó un servicio conocido como Programa de Inversiones Iniciales, mediante el cual le organiza subordinadas a sus clientes en cualquier lugar del mundo, donde tenga oficinas, determinando ubicación, selección de personal, obtención de licencias, es decir todo lo necesario para la instalación, incluidas fusiones y adquisiciones, esperando tomarlo como cliente de sus servicios de auditoría, impuestos y demás en la nueva organización. "El PII es una muestra mas del agresivo enfoque de marketing en la Touche Ross. El programa atrae a los clientes extranjeros... y los encierra después como cautivos, bien atendidos y aislados de las maniobras competitivas de los otros lobos de la contabilidad que aúllan a su puerta". Los problemas de independencia van mas allá, Touche Ross se estableció como la primera firma de asesoramiento financiero en Wall Street, una actividad de banca de inversión organizada para funcionar como unidad de negocios independiente del resto de la firma, la cual se encarga entre otras funciones de encontrar socios de fusión y adquisición, preparación de planes de negocios y planes financieros, realizar evaluaciones de negocios y propiciar introducciones en la comunidad financiera, es decir identificar requerimientos de endeudamiento y localizar el prestamista y la moneda más conveniente para adquirir créditos, logrando de paso comisiones en esta labor. Además de auditoría, servicios tributarios, asesoramiento a la gerencia y banca de inversión, la firma ofreció servicios de asesoramiento para la reorganización, la cual se especializó en suspensión de pagos y quiebras, estructuración de suspensiones, representación de partes interesadas en las empresas en suspensión, tratos con reguladores y bolsas, determinación del impacto de regulaciones sobre nuevas actividades. La concurrencia de estos servicios en un mismo cliente siembra razonables dudas sobre la supervivencia de la independencia, como evaluar inversiones por ellos recomendadas, o procesos de fusión o adquisición?
Price Waterhouse también actuó dinámicamente en estos mercados y lo hizo creando una filial con personería independiente, Price Waterhouse & Partners, una firma de banca de inversión constituida por los contables y cuatro banqueros. Esta entidad presta servicios de evaluación de requerimientos financieros para deuda a corto y largo plazo, estrategias de crédito, valoración de precio y tiempo de las emisiones en los mercados internacionales de capital, desarrollo de alternativas financieras, administración general de deudas, asesoramiento sobre situación de liquidez, control de deuda a corto plazo, estudios de viabilidad para grandes proyectos y su financiación.
"La imagen que yo tengo de la Coopers & Lybrand es la de una firma con un concepto de servicio completo. No estamos interesados en ser solamente auditores. Vemos y entendemos la enorme interacción existente entre la auditoría, la asesoría fiscal y la revolución de las computadoras". Esta firma con tan clara vocación por el mercado se ha integrado al gran frente contra el establecimiento de incompatibilidades en el ejercicio profesional orientado a la creación de confianza pública.
El marketing se tomó la actividad de las firmas, otrora depositarias de la confianza, las hizo avanzar en estrategias de diversificación, especialización, segmentación del mercado, promoción y sobre todo las condicionó a los gustos del cliente, asestando con ello un golpe mortal a la independencia, sustituyendo una estructura caballeresca de mercado por una competencia despiadada, sin limites diferentes al mantenimiento de una imagen corporativa que de todas maneras ha enfrentado cuestionamientos erosivos desde esa fatídica década iniciada en mil novecientos setenta. "no es la falta de competencia, sino que posiblemente sea su exceso lo que parece ser el problema actual de nuestra profesión. Las presiones de tiempo y presupuesto provocan la realización de auditorías por debajo de las normas establecidas. Las presiones por recortar el tiempo son a menudo el resultado de los plazos irreales e innecesarios para acabar una auditoría. A pesar de todo, se producen presiones sustanciales, y algunas veces destructivas, para reducir el tiempo total asignado para acabar una auditoría, sin que tenga nada que ver con ningún plazo concreto. Una causa probable de las presiones de tiempo y presupuesto puede ser el excesivo precio de la competición, o sea, la excesiva competencia entre las firmas para ofrecer precios más bajos."
Para lograr la oferta de precios se requiere racionalizar costos y este propósito se logra por la vía de intensificar los estándares mínimos de rendimiento, minimizando el tiempo por unidad de tarea, lo cual desde luego deteriora la calidad de las evaluaciones. Esta estrategia se complementa con la delegación al cliente de funciones de diligenciamiento de planillas de información estandarizada, las llamadas "cédulas analíticas o de detalle", además de la contratación de estudiantes y noveles profesionales en calidad de "Juniors", para la realización de tareas en diferentes niveles de responsabilidad. Los estudiantes reclutados en universidades en que las firmas ejercen influencia curricular a través de la docencia, son objeto de intensa capacitación, entrenamiento es un término mas adecuado, al tiempo que aprenden en la práctica, bajo la tutela de los "Seniors", a la usanza de las estructuras de los gremios artesanales, donde se avanzaba en los niveles de aprendiz, oficial y maestro. Hay una predilección por la práctica y bajo interés por la formación teórica a la cual consideran una distracción para el logro de los rendimientos requeridos.
Cuando el "Junior" ha alcanzado la experiencia suficiente para ascender a "Senior" o éste para ser "Coach" o "Managment" se hacen inconvenientes para las estructuras de costos determinadas por el mercado y es el momento del reemplazo, el cual no se da por la destitución, es necesario incorporarlo en una red de desarrollo institucional, por tanto lo vinculan a las plantas de personal de sus clientes, constituyendo un aporte a la decisión de futuras contrataciones y creando un sistema de lealtades por gratitud, al mas puro estilo de los padrinos sicilianos. El ahora ejecutivo corporativo reporta varias ventajas para el auditor, influencia en la toma de decisiones de contratación de diversos servicios, adecuación de los procesos de trabajo a los estándares de auditoría o de otros procesos de trabajo administrativo, colaboración en la realización de tareas rutinarias del auditor con personal del cliente, pero simultáneamente origina un efecto perverso, la limitación de la independencia, por cuanto un juicio adverso sobre las actividades de su antiguo pupilo, constituye una censura a su propia capacidad, en los servicios profesionales o en la selección de personal para los clientes, la cual siempre se origina en los dependientes de la firma.
Es conveniente recapitular el impacto del marketing en el mercado se servicios profesionales; las firmas evolucionaron, al margen del derecho relativo al ejercicio de profesiones, de formas colectivas de ejercicio profesional, para transformar a los profesionales en instrumentos para el logro de sus objetivos lucrativos, ahora mas mercantiles que profesionales. Se desarrolla una competencia comercial que arrastra los precios a la baja, al tiempo que los costos crecen por el marketing, disminuyendo las remuneraciones de socios y dependientes, especialmente de los últimos, reduciendo los tiempos por unidad de tarea al incrementarse los estándares mínimos de rendimiento, fortaleciendo la estandarización de los procesos de trabajo y su división en torno a la especialización que logra el incremento de la celeridad, con perjuicio de la calidad y la efectividad de las funciones de inspección, fundamento de la creación de confianza. Las firmas contables se hacen oferentes de todo tipo de servicios de consultoría, asesoría, banca de inversión y vinculación de ejecutivos perdiendo la requerida independencia para evaluar a la administración. "Ahora, después de estas generaciones, los contables pueden asesorar, pueden competir por los clientes de los otros, pueden firmar sus propias alabanzas, pueden discutir públicamente las diferencias que en otros tiempos eran solamente asuntos internos. Este es el modo como el marketing ha llegado a la contabilidad". La competencia no es de mercado abierto, es entre los integrantes de un oligopolio en su pretensión de consolidarse en monopolio, al tiempo que se excluye del acceso al mercado a grandes masas de profesionales. No se trata de la competencia en un mercado perfecto, es su caricatura, en un mercado sin libre acceso de la oferta, es la competencia en la imperfección del mercado.
La independencia se ha entendido como ausencia de cualquier factor o interés contrario a los principios de integridad y objetividad, que pudiera influir en el sentido de los juicios profesionales fundamentados en la realización de actividades de control, con apoyo en unas técnicas y procedimientos aplicados y de los cuales debe conservarse prueba, fundamento de la evidencia. Prueba como respaldo de investigación, evidencia como estado de convicción y juicio como expresión de criterio profesional deben ser consistentes.
Si la misma firma o asociación profesional designada como auditor presta servicios de contaduría profesional, está inmersa en factores restrictivos de independencia por cuanto tienen con la empresa o entidad vigilada intereses económicos comunes, está inmersa en un conflicto de intereses.
Más allá de estos elementos, existen factores restrictivos de la independencia, que superan los asuntos de inhabilidades e incompatibilidades tales como la fuerza, la riqueza y el conocimiento. La existencia de contratos de servicios de contaduría profesional o de otros servicios administrativos es impedimento real para la independencia, fundamentado en la riqueza, ya que un juicio adverso sobre la calidad o diligencia en el servicio administrativo expresado por la auditoría constituye un riesgo para la continuidad del contrato administrativo, para el de auditaje o para los dos, pues el administrador exigirá coherencia en el servicio, lo cual no es factible porque asesoría, servicios administrativos, contaduría profesional, responden al interés de la administración, contrario en muchas oportunidades a los intereses de los otros agentes económicos y sociales (capital, trabajo, clientes, proveedores, consumidores, otorgantes de crédito, competencia, estado y sociedad) integrantes del interés público, requerientes de la confianza pública otorgada por el dictamen independiente.
El contador público, que actúa como auditor por cuenta de una asociación, firma o sociedad de contadores públicos, carece de independencia por influencia de la fuerza y el conocimiento como factores restrictivos, y esta circunstancia fortalece los requerimientos de independencia a la persona jurídica. El contador público al servicio de una organización profesional es subordinado de ella, su estabilidad depende de su empleador y está condicionado al cumplimiento de las instrucciones recibidas, es fruto de la selección capacitación y supervisión de la firma y debe subordinarse a los presupuestos de la relación laboral para mantenerse en el cargo. Carece de autonomía, es un subordinado sin posibilidad de expresar criterios contrarios a los de su empleador, que lo puede remover en cualquier momento sin consultar al ente inspeccionado porque el auditor es la firma y no su dependiente. La carencia de autonomía es una expresión de la fuerza como limitante de la independencia porque la voluntad personal resulta atada a la del empleador y sin acción volitiva no existe independencia.
Otro factor restrictivo de independencia de la persona natural, actuando en representación de una firma, asociación o sociedad de contadores es el conocimiento. La persona natural en las condiciones establecidas, no puede aplicar su propio experticio, sus destrezas y habilidades intelectuales. Su trabajo se efectúa con base en normas, técnicas y procedimientos establecidos por la firma o sociedad a la que sirve, muchas veces desarrollados en niveles del más dispendioso detalle, que conlleva el tipo de formatos, las marcas o símbolos a utilizar y los contenidos de planillas totalmente estandarizadas, con lo cual el profesional que actúa por cuenta de una firma o sociedad de contadores termina siendo un simple operario, imposibilitado para aportar sus criterios, porque estos son sustituidos por los estándares de la organización a la que sirve, no es la voluntad y el conocimiento del contador público que ejerce la función por cuenta de una firma, la que se consigna en pruebas, forma la evidencia y determina el juicio, es el llamado Know How de la firma, que obligatoriamente debe utilizar y muchas veces es determinado desde el exterior sin considerar condiciones jurídicas y culturales nacionales. No debe olvidarse que una cláusula indispensable en los contratos de corresponsalía, franquicia, sindicalización o representación de las firmas nacionales con las multinacionales es la utilización de su saber hacer. Si no es el criterio del contador público el que determina las pruebas, construye la evidencia y determina el juicio profesional, está ausente la expresión de la voluntad, no existe independencia en su acción, esto es una verdad incontrovertible.
El interés público determina, en estas circunstancias, que en ausencia de independencia del contador público, persona natural, por imposibilidad real y contractual, este principio, base de la confianza, debe fijarse en la persona jurídica a riesgo de destruir la eficacia de la confianza pública para generar un clima adecuado en los negocios y evitar riesgos para el orden público económico, o de lo contrario la actividad debe ser exclusiva de las personas naturales que tengan la calidad de contadores públicos.
Estos elementos de la independencia son sistemáticamente ignorados por las firmas contables, las cuales se han opuesto a la regulación del tema e inclusive a la autorregulación profesional, estableciendo procesos jurídicos contra disposiciones legales en el caso colombiano o apelando a tácticas políticas para evitar cualquier regulación como en Estados Unidos. Las cinco grandes han resistido a la regulación e impedido cambios fundamentales en ella, tendientes a garantizar la independencia.
"Arthur Andersen auditó Enron desde la fundación de la compañía, en una relación originalmente profesional que derivó en simbiótica. Cada parte sacaba beneficio de la otra, hasta el extremo de que Andersen, la auditora, llevaba en los últimos tiempos la contabilidad de Enron, además de ofrecer a la compañía servicios adicionales de consultoría. Personal que trabajaba para Andersen engrosó la plantilla de Enron, lo que brindada a la compañía información privilegiada sobre cómo disimular operaciones que podían levantar las sospechas de los auditores, en caso de que hubiera tal voluntad inquisitorial". "....Todo eso en el terreno político: en el económico, la actuación de Andersen, que ha reconocido que destruyó miles de documentos referentes a la situación financiera de su cliente, ha vuelto a sacar a la luz el dudoso terreno ético en que se mueven las grandes consultoras. Todas se han convertido en los últimos años en proveedoras de "servicios profesionales", que ya no solo vigilan las cuentas de sus clientes, sino que les asesoran sobre cuestiones tecnológicas, fiscales,... Porqué sacar los trapos sucios de un cliente que te proporciona unos ingresos anuales mucho más suculentos que los derivados de una mera auditoría? El resto de consultoras optan por permanecer calladas. Primero, porque varias de ellas también han tenido roces con la ley. Segundo, porque todas recuerdan como pusieron a trabajar a sus abogados en Washington para abortar los tímidos intentos del anterior presidente de la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) para corregir mediante ley una situación potencialmente tan explosiva.
"El pasado mes de febrero, ejecutivos de Andersen se reunieron para analizar algunos aspectos cuestionables de las actividades contables de Enron, pero optaron por seguir con la compañía sin mayores objeciones, anteponiendo los beneficios que a su cuenta de resultados proporciona su segundo cliente, sobre los intereses de los inversores". Arthur Andersen recibe de Enron 25 millones de dólares anuales por auditoría interna y externa, valor que no ha sido posible discriminar en lo correspondiente a cada actividad, y 27 millones de dólares adicionales por asesoría tributaria y consultoría. Todo gesto de independencia desapareció para dar vía libre a la diversificación de mercancías, colocación de diferentes items de su portafolio de servicios y consecuente concentración del mercado de servicios siguiendo la lógica de las teorías neoliberales del mal llamado mercado libre; se olvidaron los principios para abrazar la ética neoliberal, ética sin valores, según la cual lo bueno es lo mejor posible dadas las circunstancias, fundamentada en el caos antes que en el cosmos, al margen de toda axiología. "Enron robó el banco y Arthur Andersen le facilitó el coche de huida".
Este conflicto de intereses ha sido identificado por los especialistas y por las agencias gubernamentales. "La prensa británica y la estadounidense hablan incluso de la quiebra pura y simple de Andersen, tras demostrarse que fue incapaz de denunciar los fraudes cometidos por Enron. El descubrimiento de que algunos de sus empleados destruyeron documentos fue especialmente devastador para su reputación. Los clientes podrían salir huyendo ahora de Andersen, a pesar de la campaña lanzada por sus dirigentes para intentar convencer de que el caso es solo una excepción, y que el trabajo de calidad del gabinete no ha sido puesto en tela de juicio.". Ahora Andersen trata de silenciar el escándalo, parar la ola de su desprestigio, utilizando el recurso que más conoce, el dinero. Los problemas éticos y la quiebra de la confianza no aceptarán esta salida, el estado y la comunidad contable empiezan a explorar otros caminos, estos se separan de las viejas prácticas de la autorregulación que ya demostró su ineficacia y se encaminan por el sendero contrario, incluso en contravía de los principios orientadores del neoliberalismo, al fin y al cabo este no podrá sobrevivir sin la recuperación de la confianza..
3. EN BUSCA DEL ARCA PÉRDIDA
Como Noé en el diluvio universal, el sistema empieza a construir el arca que le permita sobrevivir al desastre y el Estado no se conforma con debates en el parlamento, procesos judiciales de responsabilidad, juicios públicos sobre la moral de los autores de la debacle en los medios de comunicación, ofrenda d chivos expiatorios o promesas de autoregulación. El creador concedió la oportunidad de salvación a la humanidad, pero exigió pena por su culpa, haciendo sobrevivir a los justos en un arca salvadora que sobrevivió a las turbulentas aguas del diluvio. El Estado símbolo del capitalismo, ha iniciado el tránsito de un camino de salvación al sistema, al tiempo que fortalece la intervención en la economía privada con medidas punitivas y fortalecimiento de controles y ha expuesto su política en siete estrategias: Controles a los presidentes corporativos y directores empresariales, inhabilidades e incompatibilidades a los agentes del mercado de valores, limitaciones al ejercicio de la consultoría, endurecimiento de la autorregulación profesional, limitación temporal a los servicios de auditoría, actualización de la regulación contable y exigencia de mayor investigación en los exámenes que sustentan los dictámenes profesionales..
Los trabajos se han iniciado pero no será sencillo culminarlos, se deben afectar intereses y valores, los propios de las ideas de la desregulación, el alma del neoliberalismo, una gran paradoja. Se encontrarán sólidas resistencias, no puede olvidarse que empresarios, consultores y auditores fueron actores y contribuyentes financieros de la campaña política que llevó a Busch a la presidencia del país más poderoso de la tierra y ellos se afectarán por las medidas. "...La Consultora Andersen, antes Arthur Andersen, como todas las grandes compañías, también engrasó con dólares el sistema político, en su caso con 640.000 dólares en el ejercicio político 1999-2000. Dos tercios de esa cantidad fueron en beneficio de políticos republicanos".
Arthur Andersen busca su reivindicación desesperadamente y para ello está dispuesta a llegar tan lejos como sea necesario. A principios de febrero de 2002 nombro a Paul Volcker, ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos para encabezar el comité que evaluará las operaciones de la firma y recomendará amplias reformas a la empresa, orientados a establecer nuevos estándares para fortalecer la calidad de la auditoría y tomar las medidas necesarias para restablecer la confianza pública. Se han realizado cambios, determinando no realizar contratos de consultoría y contabilidad interna a los clientes de auditoría y conformando dos dependencias internas dedicadas a garantizar la calidad de la auditoría y la ética, Estas medidas, complementadas con la salida de altos ejecutivos, no han logrado detener los procesos jurídicos de responsabilidad que damnificados adelantan contra la firma, ya se han pagado las primeras indemnizaciones y su intensidad se anuncia con tan catastróficas consecuencia que Arthur Andersen está considerando acogerse a la protección por quiebra como instrumento jurídico que evada la acción de las victimas del desastre y poder adoptar medidas estratégicas para su salvación, o la de su capital, a través de una posible fusión que Arthur reconoce y Deloitte & Touche niega. Ernest & Young y BDO Seidman, la sexta firma de Estados Unidos, han manifestado interés en los activos de Arthur Andersen en el extranjero pero esperan garantías de no involucrarse en los escándalos nacionales y sus responsabilidades consecuentes.
Las demás firmas están preocupadas por las decisiones de Arthur Andersen, especialmente de que lleguen a obligarlas a ellas, la han aislado, encontrando en ello un medio de lucha de la profesión frente al creciente numero de propuestas legislativas para reformar el negocio y observan impasibles su disolución, de la cual están alcanzando jugosos beneficios por el desplazamiento de clientes a engrosar sus cuentas. Alejando a Andersen de la asociación de las firmas y del AICPA, pretenden recuperar su capacidad de cabildeo parlamentario para detener el trámite de normas que le sean adversas y han creado una coalición entre ellos para detener las investigaciones que más de diez comisiones del Congreso adelantan, al tiempo que preparan iniciativas legales para aumentar el control sobre los auditores. Para encabezar el cabildeo, la coalición contrató recientemente a la firma Clark & Weinstock, que tiene entre sus filas a los ex parlamentarios Vin Webwe, republicano de Minesota, Vic Fazio, demócrata de California y a Ed Kutler ex asesor de Newt Gingrich, el ex presidente de la Cámara de Representantes, Cuando se trata de defender intereses comunes, las firmas multinacionales unen esfuerzos al más alto nivel, gastan dinero sin límite, es la supervivencia de la laxitud del negocio lo que está en juego. Estas serán dificultades en el proceso de resucitación de la confianza, se deben enfrentar obstáculos, influencias políticas, al fin y al cabo estas firmas no actúan por altruismo, son agentes de poder.
El anterior presidente de la SEC intentó establecer una regulación de las inhabilidades e incompatibilidades en el mercado de la auditoría pero fracasó por la influencia de las Bigs Five, y el actual presidente, Harvey Pitt fue abogado de las mismas antes de ser designado en su actual cargo. La intención está expresa y el objetivo es resucitar el capital social que le dio poder a Estados Unidos y permitió su consolidación como nación imperial, la confianza.
3.1. CONTROLES A LOS ADMINISTRADORES
El análisis de los problemas ha empezado a producir conclusiones importantes y una de ellas es el reconocimiento de la participación en la crisis de múltiples autores y actores. Es grave que los auditores hayan traicionado la confianza pública pero no fueron los únicos responsables, cohonestaron acciones u omisiones de otros, los administradores, bien sean ellos presidentes corporativos o directores administrativos, miembros de juntas directivas en nuestro lenguaje, los cuales siempre salen ilesos en las investigaciones y son los más interesados en la laxitud de los controles, los que abogan, allá y aquí, por una administración de manos libres.
El gobierno de Estados Unidos conformó una comisión de alto nivel, integrada por Paul O’Neil, Secretario del Tesoro, Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, Harvey Pitt Presidente de la Comisión de Valores y Cambio (SEC) y James Newsome, responsable de la Comisión del Mercado de Futuros de Materias Primas (CFTC), con el fin de modificar el estándar aplicable a presidentes ejecutivos, de imprudencia a negligencia, para castigar engaños a los inversionistas, haciéndolos imputables por conductas irregulares.
Así mismo ha propuesto la creación de un organismo de autorregulación para vigilar a los ejecutivos y directores de empresas, que actúe de manera similar a la Bolsa de Valores de Nueva York y la Asociación Nacional de Agentes de Bolsa (NASD) que vigilan y penalizan a los corredores y operadores bursátiles que incurran en negligencia o dolo. Los administradores contarían entonces con un tribunal disciplinario para la vigilancia de sus actividades.
El gobierno aspira a tomar una decisión que corresponda al debido equilibrio en relación con las responsabilidades, balanceando la sociedad de mercado libre y la intervención del estado como regulador de la economía.
3.2. CONTROL A LOS AGENTES DE VALORES
Un segundo elemento identificado dentro de las causas de la crisis de confianza es la inexistencia de inhabilidades e incompatibilidades en que incurren agentes del mercado de valores y conducen a ocultar información estratégica para el público; esta circunstancia se hace especialmente grave cuando entidades de banca de inversión cumplen simultáneamente funciones de auditoría. Los calificadores de inversión Moody’s y Standard & Poor’s solo bajaron la calificación crediticia de Enron el 28 de noviembre, cinco días antes del anuncio de su quiebra, como si esta se hubiere presentado como un infarto, de manera inesperada, y no constituyera una anemia, un problema germinado y cultivado durante largo trecho con la anuencia de los auditores, quienes debieron conocer la situación por ejercer simultáneamente a nivel interno y externo. Hay empresas que manejan simultáneamente corretaje y Banca de Inversión como es el caso de Goldman Sachs y Lehman Brothers. Esta es una situación problemática, no es claro que tan objetivo puede ser un dictamen sobre calidad de valores bursátiles de una empresa, cuando el calificador tiene bajo perfil de independencia, dado que adquiere ingentes recursos de las comisiones de comercialización de los mismos valores. Súmese a esto la concurrencia de los auditores, cuando realizan estas actividades a través de unidades de negocios, integradas o independientes.
Estas circunstancias fueron contribuyentes del desastre y deben incorporarse en el vademécum de las soluciones. Se reitera de nuevo el problema de los conflictos de interés como un factor corrosivo de la confianza y en tales condiciones se impone la necesidad de establecer nuevas inhabilidades e incompatibilidades, fortalecimiento de la regulación de los mercados de valores, freno al mercado libre al menos en lo referente a algunos de sus agentes, aunque la acción no corresponda con los parámetros del neoliberalismo, dado que constituyen aspiración irrenunciable del interés público.
3.3. LIMITAR LA CONSULTORÍA
El máximo nivel de conflicto de intereses como factor restrictivo de la independencia es el ejercicio simultáneo de funciones de contaduría pública y contaduría profesional, es allí donde se generan las relaciones mas cuestionadas de la eficacia de la auditoría, donde se reemplaza la evaluación independiente por la auto-evaluación, el servicio por el mercado y por ello el asunto se incorpora en el vademécum de alternativas de resucitación de la confianza, constituido en acción emergente en el actual momento de la crisis empresarial. Hay que tener independencia y además es necesaria la imagen pública de que ésta existe.
La consideración de la concurrencia de auditoría y consultoría como factor de relativación de la independencia no es una consideración novedosa; En 1979, el AICPA, presionado por la FTC y la SEC, lanzó su anatema contra el asesoramiento profesional, como factor de incompatibilidad. Los instrumentos establecidos para combatir, tibiamente, el conflicto de intereses se conoció como ASR 150 y ASR 164, mediante las cuales se solicitaba a las firmas contables observar en que momento sus ingresos adicionales proceden de contratos al margen de la auditoría y valorar seriamente el carácter que ello imprime a su imagen de independencia, advirtiéndolas de evitar suplantar el papel de dirección del cliente, siendo cuidadosos con los contratos que impliquen el hecho de tener que auditar su propio trabajo y amenazando medidas mas coercitivas si el sentido de la norma no demostraba su eficacia en la eliminación de conflictos de interés. Las firmas consideran que recortando voluntariamente sus servicios menos importantes expresará una muestra de buena voluntad poniéndose fuera de tiro de las actividades de inspección estatal del ejercicio profesional. Es decir el problema de independencia para las firmas contables es un asunto de apariencia y no de esencia y así fue ratificado en la propuesta presentada en el Journal Accountancy, señalando los pasos a dar para abordar el problema de la apariencia de una forma menos dramática en relación a los planteamientos de la SEC, partiendo del criterio de que la cuestión de la independencia debe basarse en el grado de conocimiento sobre la profesión y la auditoría y menor acerca de las amenazas derivadas de los servicios vendidos:
"-. Mejor formación del lego en relación a los objetivos y limitaciones de la auditoría de una corporación.
-. Adoptar medidas de fuerte autovigilancia que asegure la calidad del trabajo.
-. Establecer un proceso disciplinario viable para identificar y penalizar a los que no cumplen las normas.
-. Integrar mas la auditoría y los servicios no auditores para dar realce a los servicios de auditoría.
-. Reemplazar gradualmente el término independencia en la literatura profesional por palabras tales como profesional, imparcial y objetiva. Es evidente que esto disminuiría la confusión existente sobre el papel de los auditores.
-. Descubrir todos los aspectos de la relación auditor/cliente, incluyendo los servicios reales brindados y los honorarios percibidos por cada uno de ellos.
-. Exponer todas las partes que componen una firma contable a la revisión por sus colegas".
Es claro que la propuesta que alcanzó tanta popularidad en el establecimiento contable no se orienta a fortalecer la independencia sino a eliminarla, sustituyéndola por valores mas flexibles y adecuados a las leyes del mercado ratificando el ideario de prioridad de la apariencia sobre la esencia. La SEC tiene en sus manos los instrumentos para controlar el conflicto de interés, es la norma 2E, la cual le permite suspender la práctica de un contable ante la comisión, permitiendo la apertura de audiencias administrativas, obligando a que las firmas contesten las quejas presentadas por prácticas impropias. Pero la SEC es un tigre de papel, en el fondo está dominada por las multinacionales de la contaduría.
Por esto, las normas establecidas como autorregulación o vigilancia no constituyeron limite para las firmas multinacionales, para ellas las normas las dicta el mercado. "Siempre creímos que si hacíamos las mejores auditorías, tendríamos más volumen de negocios, pero esta es la mejor teoría del tipo ratonera. Vimos que la vieja postura no sirve para lo que hoy nos rodea. Los clientes quieren lo que ellos entienden que son las firmas más agresivas porque piensan que son las que les brindarán más servicios". El término agresivotiene una connotación en el lenguaje del mercado utilizado por las firmas, invoca temeridad para llegar tan lejos como sea posible para satisfacer las expectativas del cliente. Desde entonces las firmas multinacionales de contaduría han enfrentado en los planos jurídico y gremial, incluso en el contractual, los intentos reguladores por establecer límites al mercado.
Algunas organizaciones empresariales han entendido la incompatibilidad e iniciado el camino por cuenta propia. Lucent Tecnologies anunció que ya no usará los servicios de consultoría de Price Waterhouse & Coopers, pero seguirá contando con sus servicios como auditor. Es una respuesta a las críticas sobre conflictos de interés intensificadas en las últimas semanas. Pero la decisión por iniciativa de clientes es poco significativa y disminuye las posibilidades mientras mayor sea la satisfacción por los servicios recibidos y los beneficios que de ello deriven.
Las propuestas en este aspecto no son nuevas, forman parte del fallido intento de la SEC por garantizar la independencia de los auditores, pero hoy renace con opciones de éxito. El anterior presidente de la comisión, Arthur Levit, ha expresado que se siente reivindicado por las intenciones de implementar las medidas que él no logró por la oposición de las Bigs Five. La propuesta es clara y radical, se debe hacer lo uno o lo otro, administrar mediante outsourcing o auditar. A la solicitud de implementación de esta medida se ha sumado la voz del Senado de Estados Unidos
En este campo las medidas deben ser especialmente cuidadosas para evitar la constitución jurídica de soluciones inexistentes en la práctica, cuando organizaciones profesionales se escindan pero sigan manteniendo unidad de intereses, aún los socios parezcan ser diferentes, una forma de dominio de la apariencia sobre la esencia. En Colombia ya existen casos de conglomerados de servicios utilizados para tener éxito en la obtención de contratos, aunque desde lo legal el asunto sea indemostrable.
3.4. ENDURECER LA AUTOREGULACIÓN
En Estados Unidos se cultiva la fe en la autorregulación, la confianza en las virtudes ciudadanas conduce a creer que la conciencia individual orienta a actuaciones caracterizadas por los más elevados valores y por ello muchos controles se entregan a la autorregulación por entidades privadas, como es el caso de la Bolsa de Nueva York y la Asociación Nacional de Agentes de Bolsa (NASD), en relación con los comisionistas y otros agentes del mercado de valores a los cuales pueden sancionar cuando incurren en acciones inconvenientes para la confianza pública.
En el caso del ejercicio profesional de los contables, las funciones auto-reguladoras las ha ejercido en Instituto Americano de Contadores Públicos Autorizados (AICPA por sus iniciales en ingles) que controla la inscripción profesional necesaria para el ejercicio y realiza el control ético de los profesionales al tiempo que dirige el Programa de Revisión de Calidad (Peer Review), al cual se someten voluntariamente las firmas profesionales, aunque la reglamentación establecida por SEC exige la certificación de calidad para determinadas acciones profesionales, la cual se otorga por el Consejo del Peer Review (PRB), como consecuencia de una auditoría de calidad realizada por pares (otras firmas autorizadas para ello). Estos procedimientos de autorregulación han resultado insuficientes, la influencia de las cinco grandes en el AICPA y sus decisiones evita que sus intereses se vulneren y este fenómeno lo ha comprendido el gobierno.
El presidente de la Comisión de Valores y Bolsa (SEC), Harvey Pitt, ha propuesto el fortalecimiento de la autorregulación mediante la creación de un organismo privado "que supervise y discipline a los contadores públicos, después de que el derrumbe de Enron Corp., en la mayor quiebra de la historia de los Estados Unidos, suscitó investigaciones sobre el auditor de la firma, Arthur Andersen LLP". Se pretende formar, con colaboración del AICPA, un nuevo grupo rector de la profesión contable, bajo la supervisión de la SEC, con autoridad para castigar a los contadores por conducta incompetente y violaciones a la ética profesional. "El grueso del organismo constará de miembros del público, en vez de contadores profesionales". "No se puede seguir haciendo caso omiso de la necesidad de obrar un cambio" dijo Pitt, "No podemos tolerar un sistema como el actual, que facilita el fracaso en vez del éxito". Un Tribunal disciplinario, separado de la organización gremial profesional es en últimas la propuesta que toma camino en Estados Unidos, un paso dado en Colombia en 1956, con la creación de la Junta Central de Contadores.
La autorregulación ha sido una estrategia de la profesión para obstaculizar los avances de la vigilancia por organizaciones del estado y ha sido aplicada con éxito frente al objetivo pero no en cuanto al fortalecimiento de la confianza pública, dado que el AICPA puede considerarse un órgano de expresión de las firmas multinacionales y dentro de el, la Sección Práctica de la SEC, encargada de su auto-regulación. Dentro de estas prácticas de auto-regulación el organismo enunciado estableció en 1978 las siguientes reglas:
"-. La cláusula de que el auditor informe al comité de auditoría de la corporación o a la junta de directores, de cualquier desacuerdo que pueda producirse con la dirección en relación con asuntos de auditoría o de contabilidad.
-. El requisito de que se haga llegar al comité de auditoría o a la junta de directores el informe anual sobre los servicios asesores ya realizados, y los honorarios percibidos por estos servicios.
-. Un sistema para turnar a los socios encargados de cualquier auditoría como mínimo cada cinco años; y disposición de otro socio mas, además del socio encargado de la auditoría, para revisar el trabajo auditado antes de que se emita el informe anual de auditoría.
-. Revisión por colegas independientes de las firmas contables.
-. Informes detallados de los resultados de dicha revisión que se hicieren llegar a las partes afectadas.
-. Designación de las firmas contables individuales, de los grupos de vigilancia independiente, análogos a los comités de auditoría de las empresas, para supervisar el proceso de revisión por colegas.
-. Todas estas recomendaciones deben llevarse a la práctica sin crear nuevas estructuras, ni en la profesión ni en las agencias del gobierno... Las revisiones por colegas de firmas complejas y grandes se podrán realizar probablemente mejor si fueran hechas por otra firma que tuviera experiencia y capacidad suficiente como para llevar a cabo una auditoría larga y compleja...".
La revisión por colegas es el núcleo del programa autorregulador de la profesión, siendo notorio el interés de evitar el acceso de organismos de vigilancia al conocimiento de sus papeles de trabajo, manteniendo cierto sigilo al interior de la profesión sobre sus contenidos, solo expresados a través de informes, los cuales también resultaron estandarizados, evasivos de responsabilidad, carentes de contenidos precisos, caracterizados por la laxitud que tiene a la confianza al borde del abismo. En el resto del programa autorregulador es notorio el esfuerzo por limitar la independencia del auditor y trasladar la determinación de los contenidos del informe a la firma y en fin la imposición de la apariencia sobre la esencia de independencia (no soy independiente pero se lo cuento a través de un comité de auditoría, a cambio discuto con usted los contenidos del informe de auditoría que no comparta) como en el caso de la rotación de responsables de auditoría, antes que de auditores. No sobra reiterar que el modelo de autorregulación y la revisión por colegas forman parte del instrumental que fracasó en las actuales condiciones de la crisis de la confianza.
3.5. LIMITACIÓN TEMPORAL DEL SERVICIO
La continuidad en la prestación del servicio de auditoría a un cliente termina minando la requerida independencia, por la germinación de una interdependencia y la sustitución de la evaluación por la asesoría. Esta es una hipótesis derivada del análisis de casos generadores de la crisis, en ellos la constante es la presencia de la firma auditora por repetidos períodos, la inexistencia de cambios en los agentes de evaluación.
Esta no es una discusión nueva, ha sido objeto de análisis en diferentes países, entre ellos Colombia, y su implementación normalmente ha sucumbido frente a las argumentaciones del libre mercado y el ejercicio del derecho al trabajo. Desde luego los mas importantes opositores a la restricción planteada han sido las cinco grandes, las cuales tienen un mercado consolidado, monopolio de acuerdo a definiciones técnicas que lo consideran existente cuando un solo oferente domina más del 10% del mercado. En Estados Unidos la limitación temporal del servicio de auditoría ha funcionado con éxito, por ejemplo, en el ayuntamiento de Nueva York, donde se establecen contratos por períodos de tres años sin reelección, con lo cual se ha garantizado un alto nivel de independencia, aunque los auditores se quejen de solo poder conocer al cliente y ver extinguida la posibilidad de ganar dinero una vez lo conocen, porque es el momento de despedirse. En España existe una norma que prohíbe la permanencia del auditor por mas de nueve años, la cual ha sido objeto de múltiples ataques jurídicos por parte de las multinacionales que la consideran una barrera al mercado libre.
Las multinacionales se han opuesto a esta pretensión reglamentaria mediante la autorregulación, con la cual determinan la rotación del socio responsable de la auditoría cada cinco años, es decir enfrenta el asunto en términos de apariencia, dado que el auditor continúa siendo la misma firma. La apariencia debe ser derrotada y no deben aceptarse permisibilidades para aportar nuevas envolturas a viejos planteamientos, como trata de hacerse en el intento desesperado de reestructuración de Arthur Andersen.
Una determinación sobre rotación real de auditores altera la estabilidad del mercado de servicios profesionales y al proporcionar diversidad a los usuarios democratiza el acceso a otros oferentes de servicios, siempre y cuando no se apele a manipulaciones consistentes en la formación de múltiples firmas con comunidad de intereses. Es una de las estrategias de resucitación de la confianza que menos ha alcanzado respaldo y la causa es evidente, afecta el statu quo.
3.6. ACTUALIZACIÓN DE LA REGULACIÓN
El reconocimiento de la flexibilidad de la legislación contable y de las normas de auditoría constituyen el siguiente elemento de análisis de las condiciones de la crisis. Las normas contables son una expresión jurídica, fundamentada en la tesis de acción con arreglo a fines, la cual establece una serie de condiciones que terminan expresando obligaciones de hacer. En algunos países la regulación se establece por norma legal, caso Colombia, en otros se establece por determinación gremial, un caso de derecho estatutario.
Estados Unidos ha tomado un sistema mixto, mediante el cual el gremio, en colaboración con usuarios de la información estudia y emite normas contables y el Estado, previa evaluación, los reconoce y hace obligatorios. Es lo que hace el Financial Accounting Standard Board (FASB) a través de los (Financial Accounting Stándard) FAS, normas que se reconocen por la SEC para formar el artefacto regulativo conocido como USGAAP. Estas normas se emiten con base en un reconocimiento de la soberanía del Estado y la participación democrática de la comunidad de los negocios y al constituir normas jurídicas, se hacen personeras de todas las características de estas. Por eso son objeto de interpretaciones para desentrañar su significado, su sentido e intencionalidad y como se estructuran con amplia flexibilidad, su interpretación se mueve en los amplios criterios de la razón, permitiendo diversas comprensiones, bases de aplicación consecuente, normalmente favorable a los entes económicos que las utilizan y buscan en ellas sus mejores conveniencias. El modelo decisional parece coherente de no ser porque el FASB esta fuertemente influido por las cinco grandes, las cuales tampoco han descuidado la instancia estatal y a través de relaciones políticas por métodos ya enunciados, también han controlado la SEC, de la cual sus presidentes y directores, normalmente han pasado por los despachos profesionales de las firmas, como funcionarios, socios, asesores o apoderados.
Esta es una condición denunciada hace considerable tiempo, a la cual se dió poca atención. Fue necesario un desastre de la economía y la agonía de la confianza pública para que el tema tomara importancia y se empiecen a manifestar intenciones de revisar la regulación, precisarla, limitar los campos de discrecionalidad y al hacer la normatividad mas objetiva y determinista aportar a la transparencia de la información, hoy difícilmente sobreviviente. El determinismo resta espacios a la discrecionalidad, base de la contabilidad creativa y contribuye a la transparencia y claridad de la información, lo cual constituye un requerimiento de la confianza.
3.7. EXIGENCIA DE MAYOR COBERTURA
Mayor investigación es la expresión utilizada en el lenguaje oficial al presentar esta propuesta, partiendo de una tradicional definición de auditoría que la describe como un proceso de investigación. La intención final del mensaje es ampliar la cobertura de los exámenes de auditoría para que superen su limitada acción sobre el aspecto exclusivamente financiero de los negocios y la limitación del trabajo al análisis de resultados de pruebas selectivas, para ir a asuntos más profundos, de mayor detalle y más amplios campos.
El diagnóstico sobre la gravidez de la confianza incorpora serios reparos a la función de auditoría, se cuestionó la perversa ecuación de negocios de las firmas frente a sus clientes según la cual a mayor dependencia de estos, mayores servicios prestados y desde luego mayores ingresos, por ello "el profesionalismo ha quedado completamente postergado en aras de los aspectos empresariales (Tiempo, presupuesto y honorarios) en la práctica de la contabilidad". Los empresarios quieren auditorías laxas y las firmas respondiendo a la lógica del mercado, la satisfacción del cliente, se la proporcionan. "No toda la competencia en el ramo de la contabilidad se centra en quién hace tal o cual cosa mejor. Con frecuencia, cada vez mayor, los clientes se ganan y se pierden de acuerdo a un criterio menos noble: el de quién está más dispuesto a sacrificar sus niveles profesionales en aras de los honorarios por auditoría. Los clientes descontentos con su auditoría, la cual, teóricamente, debiera producir virtualmente los mismos resultados quienquiera la efectúe, registran el mercado en busca de las firmas mejor dispuestas a ver las cosas más a través de sus propios ojos que a través de los principios contables generalmente aceptados"
El sacrificio de la extensión de las pruebas para acomodarse a precios competitivos de los servicios, el de la independencia por la satisfacción del cliente, caracterizan el funcionamiento de los mercados de las cinco grandes y frente a esta problemática, las autoridades, fortaleciendo la regulación, pretenden intervenir en los mercados, exigiendo más cobertura, mayor investigación, un acercamiento a lo que en Europa se denomina auditoría de sello verde, en Argentina Sindicatura y en Colombia Revisoría Fiscal, un avance a la fiscalización integral fundamentada en el interés público. En el futuro la auditoría debe actuar con mayor permanencia, sobre los sistemas componentes de la organización y no solo sobre el aspecto financiero y en relación a transacciones y procesos de trabajo, no solo sobre muestras.
Siete estrategias para revivir la confianza pública, las cuales deben superar grandes dificultades, ejercicios de poder, para poder materializarse en normas jurídicas que tengan efectos trascendentes. La grandes firmas profesionales no aceptarán estas condiciones con facilidad e interpondrán sus influencias, practicarán cabildeo e influirán a parlamentarios y funcionarios del gobierno en todos los niveles para mantener las cosas en las condiciones actuales. Aparecerán nuevamente las promesas de la autorregulación, la revisión por colegas, de unos por otros dentro de las cinco grandes, -o serán cuatro en adelante?- y firmaran compromisos legales o extrajudiciales sobre la adopción de controles de calidad de su trabajo. Esa fue la solución en la crisis de la década de 1970 y fracasó, hoy se está pagando el precio de la aceptación de ese falso compromiso.
EPÍLOGO
Los factores de la crisis de confianza colocan a la profesión contable en centro de las discusiones globales del mundo de los negocios y las prácticas de intervención de los Estados. En Colombia, criticada por algunos internacionalistas light, por la aplicación de prácticas profesionales obsoletas, estas situaciones han sido previstas en el ordenamiento jurídico y las fallas en sus objetivos sociales son responsabilidad de profesionales, por negligencia en el ejercicio de cargos, como sucede con quienes ejercen auditoría en cambio de revisoría fiscal.
Los problemas de laxitud de los informes de auditoría son contrarrestados por la exigencia de un modelo de fiscalización integral, por su permanencia y sus objetos de control, y la diversidad de informes faculta a los revisores fiscales para actuar con oportunidad en la detección y denuncia de irregularidades. En el caso colombiano el más alto nivel de ejercicio de la contaduría pública es la Revisoría Fiscal, en ella se fundamenta la confianza pública, presunción de veracidad constituyente de prueba judicial por delegación del estado, que la cubre con la calidad de fe pública, originando la asimilación de los revisores fiscales a funcionarios públicos en procesos de responsabilidad. La revisoría fiscal no es auditoría, es fiscalización integral y sus funciones van más allá de la evaluación de estados financieros, como puede comprobarse al revisar las funciones establecidas en el artículo 207 del Código de Comercio y en más de cien normas adicionales contenidas en la legislación tributaria, cooperativa, financiera, de compensación familiar, seguridad social integral, sistema nacional de salud y otras. Lo que en otros países realizan los auditores y comisarios, censores o síndicos, por separado y con doble o múltiple costo, en Colombia lo hacen los revisores fiscales.
La revisoría fiscal no es órgano de la administración, es una institución de fiscalización integral fundamentada en el interés público para vigilar los actos de la administración y mal podría vigilar lo que ella misma haga por prestación de servicios administrativos externos en ausencia de un riguroso régimen de inhabilidades e incompatibilidades. El principio básico sobre el que descansa la revisoría fiscal es la independencia frente a la administración en sentido funcional y la independencia mental en sentido ético.
Se observa que la teoría del ejercicio colectivo de la profesión, en este caso de la revisoría fiscal, es reivindicada en el artículo 215 del Código de Comercio "Con todo cuando se designe asociaciones o firmas de contadores como revisores fiscales, estas deberán nombrar un contador público para cada revisoría...". Donde la norma es clara no cabe interpretación, se designa como revisor fiscal a la asociación o firma de contadores y siendo esta persona jurídica revisor fiscal, se debe subordinar a las disposiciones profesionales como lo determina el parágrafo uno del artículo 26 de la ley 43 de 1990. El mismo artículo 215 del Código de Comercio establece que la asociación o firma de contadores debe designar un contador público para cada revisoría fiscal, no un contador público para cada diez, quince o más revisorías fiscales como efectivamente sucede hoy al margen de la ley. Si la misma firma o asociación designada como revisor fiscal presta servicios de contaduría profesional está incurriendo en factores que limitan la independencia por cuanto tienen con la empresa o entidad fiscalizada intereses económicos comunes, están en un conflicto de intereses al tenor del artículo cincuenta de la ley 43 de 1990. Los contratos por servicios administrativos de cualquier naturaleza constituyen un vínculo económico, son en el actual modelo económico el sustituto del trabajo asalariado, utilizados como instrumento evasor de cargas prestacionales y de seguridad social dentro del concepto de trabajo deslocalizado, modalidad contemporánea del ejercicio de cargos, sin vinculo laboral.
Es en ese marco que debe entenderse el artículo cincuenta de la ley 43 de 1990 cuando señala: "Cuando un Contador Público sea requerido para actuar como auditor externo, revisor fiscal, interventor de cuentas o árbitro en controversias de orden contable, se abstendrá de aceptar tal designación si tiene, con algunas partes, parentesco dentro del cuarto grado de consanguinidad, primero civil, segundo de afinidad o si median vínculos económicos, amistad íntima o enemistad grave, intereses comunes o cualquier otra circunstancia que pueda restarle independencia y objetividad a sus conceptos o actuaciones." (La negrilla no es del texto).
La flexibilidad de prácticas contables se ha conjurado por una regulación que al incorporar descripciones y dinámicas de las cuentas, impide la aplicación de métodos alternativos de valoración, clasificación y registro. La no aceptación legal de la razonabilidad, pues lo requerido es la fidedignidad de la información incorpora contenido a los informes, aunque estos aún están velando responsabilidad por la utilización de la expresión de opinión. Finalmente en relación con la independencia se han establecido condiciones de inhabilidades e incompatibilidades, que aún requieren mayor rigidez, en normas como el Código de Comercio, la ley de ejercicio profesional, instrumentados por la Junta Central de Contadores, guardián de la fe pública, a través de resoluciones y circulares como el caso de la Circular 33 de 1999, demandada por quienes en aras de la estandarización de procesos de trabajo pretenden la adopción de las normas profesionales, internacionales o extranjeras, que despertaron a ese fantasma que recorre el mundo. Nuestra estructura profesional es observada, conciente o casualmente, como modelo, sus contenidos son constituidos en propuestas para la resucitación de la confianza. Hoy ser cliente de las multinacionales de contaduría no genera prestigio comercial, mas bien, es indicio de corrupción.
BIBLIOGRAFÍA
AICPA, Manual del programa de revisión de calidad (Peer Rewiew), Instituto Mexicano de Contadores Públicos, México, 1996.
Fukuyama Francis, Confianza, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1996.
Krugman Paul, El Internacionalismo "Moderno", La economía internacional y las mentiras de la competitividad, .Editorial Crítica, Grijalbo Mondadori, Barcelona 1997.
Stevens Mark, Las guerras de las empresas auditoras, editorial Planeta 1985
Stevens Mark, Las ocho grandes, editorial Planeta 1981